Opinión

Ceuta tiene que crecer a lo alto

Es una realidad que a Ceuta, dadas sus características específicas, no le queda más remedio que crecer a lo alto y es hacia esa dinámica hacia donde debe enfocar su plan urbanístico, pero no solo este sino también en lo que a sus miras se refiere. 

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Es una realidad que a Ceuta, dadas sus características específicas, no le queda más remedio que crecer a lo alto y es hacia esa dinámica hacia donde debe enfocar su plan urbanístico, pero no solo este sino también en lo que a sus miras se refiere. Claro está que en el primero de los casos debe ser el Gobierno central quien apruebe el PGOU que desde la ciudad se les envíe, pero en el segundo de ellos algo más de margen de maniobra sí que hay, y es que no tenemos otra opción de crecimiento ya sea a nivel urbanístico o económico.

Nuestra ciudad tiene un potencial incalculable, solo es necesario que se pongan las bases adecuadas para que a este se le pueda sacar el mayor partido posible y para ello debemos contar con una normativa lo suficientemente flexible que incentive la puesta en marcha de proyectos empresariales que vengan a dinamizar económicamente la ciudad, aprovechando no solo las ventajas fiscales que esta ofrece, sino también el entorno marítimo y geográfico privilegiado en el que esta se ubica. En cualquier caso no debemos olvidar que Ceuta se sitúa en la segunda ruta marítima del mundo, con todo lo que eso significa, por lo que nuestro Puerto está llamado a desempeñar un papel fundamental en todo este proceso.

Ahora bien, todo este desarrollo debe ser sostenible, teniendo en cuenta que la Ciudad cuenta con 19 kilómetros cuadrados de los que tan solo una parte es considerada como urbana, encontrándose su núcleo principal limitado por dos importantes zonas naturales, como la del Hacho y García Aldave, las cuales ya han sido bastante maltratadas durante estos últimos años y cuya recuperación está siendo más compleja de lo que se esperaba.

Por todo ello debemos sacar el mayor partido a lo que tenemos, reordenar nuestro paisaje urbano, acabar con cierto chabolismo caracterizado por edificaciones antiguas de escaso valor y mal conservadas, cuyo abandono solo fomenta su ocupación ilegal, potenciar nuevas edificaciones y una mayor presencia de zonas verdes en sus inmediaciones, reorganizando y uniformando con cierta eficacia nuestro actual entorno urbano.

La cuestión pasa por empeñarse en hacer bien las cosas, partiendo de proyectos razonables y sostenibles y no con ideas apresuradas de marcado carácter electoralista, ya que estas últimas ha quedado demostrado, que al final acaban en fiasco. Para muestra el penoso parque de Santa Catalina, el cual ha pasado de ser vendido como proyecto estrella del actual gobierno local, a uno de sus mayores fiascos, quedando incluso toda su gestión en entredicho, con acusaciones directas e indirectas de errores en el diseño y ejecución del proyecto, así como de abandono y falta de mantenimiento del mismo. En definitiva todo un fracaso que solo demuestra la falta de un interés real por aportar soluciones duraderas más allá de aquellas que aporten el rédito electoral necesario en cada momento.

En cualquier caso mucho queda por hacer todavía, solo es cuestión de mirar más por el futuro de Ceuta que por los intereses políticos y partidistas de algunos, poner empeño en proyectos que nos devuelvan la ilusión pero sobre todo que sean viables, y para eso es necesario que aporten su granito de arena todas aquellas instituciones que tienen algo que decir en nuestro desarrollo, desde Defensa a la Ciudad Autónoma, pasando por otros organismos estatales con presencia en la Ciudad, entre todos podemos elevar a Ceuta a la categoría deseada, lo contrario sería seguir anclados en la habitual venta de humo y mercadeo electoralista, cuya única idea es que nada cambie y sigamos anclados en el mismo sitio.