Opinión

La remodelación de la frontera

Ahora resulta que sale el señor delegado del Gobierno en Ceuta con una nueva triquiñuela en su deseo de seguir usando pólvora mojada en este asunto de la frontera. Lo más ocurrente en esta ocasión ha sido el intento de endulzar la noticia convocando a los medios a un desayuno informativo, cuando lo más normal es que lo hubiera hecho como de costumbre por medio de una rueda de prensa.

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Y el caso es que si no es con un café de por medio, es difícil que alguien con un mínimo de luces dé crédito al megaproyecto fronterizo planteado, imposible a corto plazo y bastante difícil siquiera a medio o largo. La frase utilizada para la presentación por el mismo delegado no tiene desperdicio: “Esto ha pasado de planes a planos”, quedándose tan pancho. Y para decir eso han tenido que pasar dieciocho años, que es lo que lleva el señor Vivas como alcalde hablando de los planes para la frontera.

De modo que si han tardado casi veinte años en pasar de planes a planos, según esta dinámica lo más probable es que haya que esperar otro par de décadas más para ver cómo se pone en marcha sobre el terreno. Claro está, que para cuando eso ocurra ni delegado ni alcalde estarán ya en sus respectivas poltronas y a corto plazo, solo con el anuncio, dan la sensación de que algo hacen y si después queda en agua de borrajas, a ellos que le quiten lo bailado. Sin duda estos señores nos toman a todos por una panda de ilusos e incrédulos, pensándose que por enseñarnos unos planos y unos cuantos dibujos idealizados del proyecto ya se van a solucionar los problemas del Tarajal.

Nada más alejado de la realidad. Saben perfectamente que el problema fronterizo no está producido ni porque la frontera sea más pequeña ni porque tenga menos carriles, menos casetas o menos cámaras. Ellos saben sin duda alguna que el problema seguirá ahí aunque consigan un espacio tan grande como el del Santiago Bernabéu, la cuestión es que son incapaces de afrontar la realidad, de acabar con un comercio del porteo que ya ni siquiera controlamos en Ceuta. Son incapaces de tomar la decisión de cerrar esos polígonos fronterizos y replantear su estructura, aunque sea reubicando lo saneable en una zona logística adecuada alejada de la frontera, perfectamente controlada y que no comprometa la seguridad fronteriza y la de toda la ciudad. Todos estos artificios solo son el resultado de la incapacidad y la impotencia por resolver algo que ya se les fue de las manos por pura dejación hace muchísimos años.

Los que llevamos ya años observando todo esto sabemos lo que decimos y por lo menos con ellos no nos equivocamos. Son recurrentes en sus formas de actuar. Sirva como ejemplo el tema de la famosa pista de atletismo. ¿Cuántas fotos y maquetas se habrán presentado? Pues después de diez años de bombos y platillos, todavía nadie sabe siquiera con certeza dónde se va a ubicar. Y eso contando que era un proyecto anterior al de la remodelación de la Gran Vía, pero claro cuando algo interesa por motivos varios sale a delante sin muchas historias. Para lo demás ya se encargan de vender humo, pues el caso que ya saben que siempre hay alguien que lo compra y de paso tienen entretenido al personal.