Opinión

Néstor García e Isaac Medina, juntos pero no revueltos

Solo hay que ser racional para saber que un recién llegado a la política  no tiene culpa de nada. Lo que está pasando con el actual consejero de Fomento es fruto del desconocimiento de  personas desesperadas y aferradas a un proceso que aún  no termina de concretar. A nadie le gustaría estar en el pellejo de Néstor García, que hoy sí ha demostrado entereza y profesionalidad al entrar por la puerta principal del juzgado de Ceuta. Quizás esta vez no ha estado aconsejado por nadie y él mismo se ha querido enfrentar a insultos por parte de los afectados de Loma Colmenar.

Solo hay que ser racional para saber que un recién llegado a la política  no tiene culpa de nada. Lo que está pasando con el actual consejero de Fomento es fruto del desconocimiento de  personas desesperadas y aferradas a un proceso que aún  no termina de concretar. A nadie le gustaría estar en el pellejo de Néstor García, que hoy sí ha demostrado entereza y profesionalidad al entrar por la puerta principal del juzgado de Ceuta. Quizás esta vez no ha estado aconsejado por nadie y él mismo se ha querido enfrentar a insultos por parte de los afectados de Loma Colmenar.

Es increíble el contraste de entradas. Por un lado el trabajador ya famoso Isaac Medina, que en su llegada a los juzgados era vitoreado como Antonio López, aunque en esta ocasión más que un torero parecía un utillero, y por  otro el consejero García, abucheado e increpado por aquellos que quieren un culpable en todo esto.

De Néstor sabemos poco, quizás yo algo más. He podido vivir en primera persona la ilusión que le generaba su nueva etapa personal. Lo que sí está más que claro es que le ha tocado bailar con la más fea y que intenta dentro de su figura política ser lo más transparente y legal posible. No le queda otra. De Isaac Medina se sabe algo, pero no seré yo quien lo catalogue. Me reservo mi opinión (de momento).

Sin duda Loma Colmenar, a pesar de que algunas formaciones políticas no compartan este seguimiento,  sigue copando portadas en todos los medios de comunicación. Y no es para menos, pues este proceso se está enquistando cada día más. A medida que testifican personas relacionadas con el proceso, más datos salen a la luz.  Seguramente dentro de una semana no se hablará del caso Loma Colmenar como tal sino de la trama de las viviendas de protección oficial. Parece que la manta no tiene fin y que por primera vez en esta ciudad alguien tendrá la culpa.