Opinión

Ni bando ni golpe

No me escondo. No suelo navegar según la corriente para ver si me mantengo a flote. Suelo ser directa, clara y coherente con mis valores, principios y creencias, aunque no siempre guste a todo el mundo.  Desde el primer momento de este tsunami he dicho que ahora no es el momento de un Congreso. Eso no significa que no quiera un Congreso. Soy la primera que defiende la voz de la militancia, pero con calma y después de defender los intereses de los españoles. 

Quiero aprovechar este espacio para dar todo mi apoyo a quienes han decidido dimitir de una dirección de la cual ya no confiaban. También a quienes decidieron no hacerlo. 

No puedo nombrar a cada uno de los que dimitieron, me quiero centrar en ellos porque están recibiendo muchas presiones, pero sí quiero especialmente mencionar a Pradas, una de las pocas personas que nos ha escuchado. A Micaela, que nos recibió en el Parlamento Andaluz y a la que le dimos el primer premio Maria Miaja. A Luz Rodríguez que, a pesar de renunciar a ir en las listas se recorrió todas las calles de España, de Ceuta también, para hacer a Pedro presidente. Y a mi amiga Eva Matarin, una de esas mejores cosas que te llevas de la política, conocer a gente maravillosa. 

¿No es injusto, por no decir otra palabra,  llamar a estos compañeros fascistas o golpistas? Compañeros que han dedicado su vida a servir a los demás, a luchar, a trabajar y a combatir, una y otra vez, al Partido Popular. Nuestros estatutos, aprobados democráticamente, recogen perfectamente el derecho a dejar de formar parte de un ejecutiva. 

Dicho esto, solamente quiero decir que me siento orgullosa de pertenecer a esta organización centenaria, orgullosa de ser socialista y de apostar por unas siglas que han sabido siempre encauzar el mejor camino para serles útiles a la gente. 

Por eso alzo mi voz para decir que de esta situación saldremos, y saldremos mucho más fortalecidos. 

El PSOE es un partido de Gobierno, de Estado. Estos días he llorado mucho, pero hoy estoy ilusionada. Ilusionada por cada militante, por cada simpatizante, por cada votante. Ilusionada por este proyecto. 

Y una ultima cosa, podéis compartir o no una decisión, pero si la defensa va a consistir en incendiar las redes, desautorizar las voces, enfrentar a la militancia, o manipular un mensaje, es que estamos muy lejos de la fraternidad, la libertad y la igualdad. 

Aquí no hay bandos, en todo caso la banda del Aria de la Rosa.