Opinión

A propósito de la diputada de Caballas

Aunque quería centrar este espacio para dar mi visión sobre lo que dicen que pasa en el PSOE, la rueda de Vivas y su afirmación sobre el cumplimiento de los objetivos planteados para esta legislatura que, por cierto, son los mismos objetivos que todos los años, me parece suficientemente denigrante como para no hacer referencia a esta tomadura de pelo.

Para no ser muy extensa no puedo detallar cada una de las áreas, pero sí voy a dejar claro que la ciudadanía no puede seguir ciega ante unos dirigentes que dicen lo que no hacen, hacen lo que nadie quiere y se permiten el lujo, encima, de hacernos ver una realidad que no existe. 

¿Quién ha hecho la evaluación al Gobierno de la Ciudad? 

¿Por qué ha vuelto a tirar la casa por el tejado y ha descrito una serie de proyectos que casi es imposible que le veamos alguna vez la luz?

Cuando decimos que un político tiene que rendir cuentas no queremos decir que para ello tenga que mentir.

Pero claro, hacia el Partido Popular no hay insultos, ni vejaciones, ni presiones, no. Esos insultos únicamente son para el resto de los mortales que intentan hacer una Ceuta mejor. Por cierto, hablando de insultos, desde aquí, aunque sé que ellos nunca lo harían,  más bien forjarían todo lo contrario. Aunque fui la que públicamente rechacé el acuerdo que llegamos con este partido. Aunque no comparta muchas cosas y, sobre todo,  aunque en su día quisieran demandarme por defender la igualdad, quiero condenar el acoso que está recibiendo la diputada de Caballas.

No voy a entrar en si es ético o no, porque cada persona tiene su propia escala de valores. Yo únicamente sé lo que haría si estuviera en su situación o si en estos momentos, con mi sueldo fijo de maestra, fuera diputada y recibiera un dinero extra. Pero sí quiero dejar claro que, al igual que dice la canción de Arjona, el problema no es que ella acepte estar en los planes de empleo, puesto que tiene todo el derecho del mundo si cumple los requisitos, el problema está en lo que se gana estando en la Asamblea y en los privilegios que se tiene por estar al servicio de la ciudadanía. 

La dignidad se puede medir de muchas maneras, ¿o acaso es lícito recibir 1300 euros cuando hay quien no hace nada? No, no lo es.

Son muchas las cosas las que tenemos que cambiar porque sería importante que las personas vieran a quienes se dedican a la política con confianza, cercanía y humildad. ¿Cómo?

Dímelo tú que me estás leyendo, seguro que pensamos lo mismo.

"Dignidad sin méritos se hace acreedora a cumplidos sin estimación".