De 1986 a 2023: 37 años de herederos

Aunque la Constitución Española no hizo un amplio desarrollo de las funciones de los herederos al trono, título que hoy ostenta la Princesa de Asturias, el calco del acto de hoy al de 1986 quiere establecer por costumbre lo que la ley no desarrolla

La Princesa de Asturias y el Rey Felipe

En 1986 juraba la Constitución un heredero de la Corona española por primera vez. Entonces, el Príncipe Felipe, con 18 años recién cumplidos, se comprometía ante las Cortes Generales a guardar y hacer guardar la Carta Magna como norma fundamental del Estado. Al acto, celebrado en el Congreso de los Diputados, asistieron el Rey Juan Carlos, la Reina Sofía y las infantas Elena y Cristina, además de representantes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. 

Hoy, 37 años después, su hija Leonor ha repetido el mismo gesto en el mismo escenario, pero con algunas diferencias significativas. La primera es que Leonor es la primera mujer en jurar la Constitución como heredera al trono, lo que supone un hito histórico para la igualdad de género en España. La segunda es que Leonor ha jurado en un contexto político y social muy distinto al de su padre, marcado por la crisis económica, la pandemia, el desafío independentista y el cuestionamiento de la monarquía. 

En el caso del juramento de Felipe VI, Gregorio Peces Barba, quien era presidente del Congreso en ese momento, buscó referencias en los juramentos de los fueros de los reyes para la ceremonia. Los elementos que se han conservado son el uso de la ley, y en su momento de un texto sagrado, que se colocaban sobre una mesa cubierta con un paño rojo. El monarca juraba “cumplir fielmente sus deberes, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y las comunidades y la fidelidad al Rey.” 

Con una ceremonia más podada, Leonor ha querido enviar un mensaje a la España feminista, usando un vestido blanco con detalles morados en honor al de las sufragistas y que ya usó su madre en la pedida de mano. Un gesto simbólico que busca reivindicar el papel de las mujeres en la historia y en el presente del país. También ha sido un balón de oxígeno para la monarquía tras los años de corrupción de su abuelo, el Rey emérito Juan Carlos I, que se encuentra exiliado en Abu Dabi desde agosto de 2020. 

Sin embargo, no todo han sido aplausos para Leonor. Algunos miembros del Gobierno han mostrado su deslealtad a las instituciones del Estado al ausentarse del acto o al criticarlo abiertamente. Las ausencias, minoritarias dentro del Ejecutivo, son más un acto de propaganda política hacia su electorado en menoscabo de las imágenes del Estado, siendo que por más republicano que sea quien suscribe uno es gobierno de todos los españoles y no de los que le votan, por lo que le debe respeto a la forma de Estado. 

La preferencia de los españoles sobre monarquía o república es una incógnita desde hace años. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dejó de preguntar sobre este asunto en sus encuestas desde 2014, cuando el 54% se mostraba favorable a la Corona frente al 36% que prefería una república. Desde entonces, solo algunas encuestas privadas han intentado medir el pulso a la opinión pública, con resultados dispares y poco fiables. 

Lo cierto es que Leonor ha jurado hoy la Constitución como Princesa de Asturias y futura Reina de España. Un acto que pretende consolidar la continuidad de la monarquía parlamentaria como forma política del Estado y que busca acercar a los ciudadanos a una institución que atraviesa momentos difíciles.