Siempre es de agradecer la visita, nada usual por otra parte salvo en periodo electoral, de una ministra de la nación, en este caso María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad. Buen momento para recordarle que los ceutíes seguimos estando a la cola en el Sistema Nacional de Salud.
En Ceuta faltan profesionales, no sólo facultativos, también ATS, auxiliares de enfermería, celadores y administrativos, incluso telefonistas. Ceuta tiene un 30% menos de personal sanitario que la media nacional.
Faltan centros de atención primaria y nuestro hospital sufre la presión asistencial de buena parte del norte de Marruecos, realidad que no se quiere contemplar desde el Ministerio y que afecta a la calidad del servicio que reciben los ciudadanos. Las consultas están abarrotadas y sobre el médico de familia recae tal número de cartillas que hace imposible asumir programas de salud.
Con una asistencia especializada en cardiología deficitaria desde hace años, la imposibilidad de ser aquí tratados hemodinámicamente en síndromes coronarios provoca múltiples traslados hacia hospitales de Andalucía, con los riesgos, molestias y gastos que conlleva para el enfermo y las familias.
Seguimos pendientes de una clínica de radioterapia que nunca llega. Los recientes y ridículos recortes en material fungible han tenido como consecuencia la imposibilidad de que los ceutíes seamos tratados con terapias como el plasma rico en plaquetas, que solo precisa una centrífuga y tubos de ensayos.
Los ceutíes padecemos las consecuencias de unas prioridades presupuestarias del Ministerio que no nos tienen en cuenta. Un retraso de más de 10 años en una institución, el INGESA, que ya no sirve para aquello para lo que fue diseñada.
