¿Por qué hacer ejercicio es la mejor forma de combatir el estrés?

El estrés se define como un estado de tensión mental o preocupación frente a una o varias situaciones, un problema bastante común tomando en cuenta el acelerado ritmo de vida que define a la sociedad actual.

El estrés se define como un estado de tensión mental o preocupación frente a una o varias situaciones, un problema bastante común tomando en cuenta el acelerado ritmo de vida que define a la sociedad actual.

Estar continuamente estresado altera el equilibrio mental y es una de las principales causas de ansiedad y depresión. El ejercicio físico se presenta como la fórmula efectiva contra las presiones. Apuntarse a un gimnasio basic-fit es el antídoto que necesitamos para desconectarnos de los problemas y recuperar el balance.

Ejercitarse permite escapara de las emociones negativas

Acumular tensiones es el camino directo hacia la aparición de emociones negativas. La cotidianidad se ve impactada por sensaciones de ira, frustración, desespero y mal humor, por lo que cualquier cosa insignificante puede generar una explosión de sentimientos.

Sin importar la elección, el entrenamiento físico es la forma sencilla de disminuir la carga emocional. En la práctica, dejamos atrás todo aquello que nos perturba y, de manera natural, vamos poco a poco recuperando el equilibrio.

Quienes toman la decisión de inscribirse en los gimnasios madrid como forma de canalizar el estrés tienen la oportunidad de disfrutar del denominado “subidón del runner”. Nada mejor para elevar el estado de ánimo y favorecer el pensamiento positivo que un maximizar la producción de endorfinas.

El incremento de los niveles de este neurotransmisor genera una sensación de euforia y bienestar que se mantiene después del ejercicio. 30 minutos de ejercicio aeróbico es lo que hace falta para continuar la rutina diaria con una dosis extra de energía y positivismo.

Mejora el descanso y favorece la capacidad de atención

Los especialistas aseguran que las personas que se ejercitan con regularidad no sólo concilian fácilmente el sueño, sino que mejoran la calidad y duración del descanso. De acuerdo al estudio realizado en la Universidad de Oregón quienes entrenan a diario, aumentan hasta en un 65% la capacidad de reponer las energías mientras duermen.

La importancia de ello radica en que la mente y el cuerpo alcanzan el balance necesario para enfrentar con mayor eficiencia situaciones que,por lo general, generan estrés.

Completar el entrenamiento requiere de concentración en el “ahora”, de esta forma el pensamiento se centra en el rendimiento y la consecución de los movimientos. Esto ayuda a calmar la mente, mejora nuestro enfoque y beneficia las funciones cognitivas.

Optimiza la capacidad de lucha o de huida

Nuestro cuerpo percibe al estrés externo como una amenaza y se predispone en modo de supervivencia. Esta respuesta mecánica compromete el correcto funcionamiento del organismo en diversos sentidos, el sistema inmunitario y el digestivo son los más afectados.

Esta desconexión de las funciones no esenciales se acompaña del aumento potencial de la segregación de adrenalina y la producción extra de azúcar. Los músculos se preparan para la acción por lo que permanecen en estado de tensión, mientras que la presión arterial se eleva al igual que el ritmo cardíaco.

Es así que los episodios sostenidos de estrés son el origen de enfermedades que van desde hipertensión y cardiopatías, hasta úlceras de estómago e inmunodepresión.

La actividad física es un consumidor activo de adrenalina. Asimismo, ejercitarse fortalece el sistema inmunitario, disminuye la tensión muscular y mantiene controlados los efectos biológicos antes mencionados.

Favorece la autoestima y interrelación

Más allá de vivir una vida saludable y encarar los desafíos con energía, practicar ejercicio regular nos permite mejorar nuestra apariencia física, un aspecto clave para incrementar la autoconfianza y la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Lejos de las presiones del entorno, conseguimos revitalizar la mente. Desde una perspectiva positiva es más sencillo recuperar el control, canalizar las emociones y optimizar nuestras funciones cognitivas. En conjunto, todos estos aspectos posibilitan la puesta en marcha de una estrategia que nos permita llegar a la meta.

Finalmente, no podemos olvidar que acudir al gimnasio fomenta la interacción social positiva, a fin de cuentas, tenemos la oportunidad de compartir con personas de intereses o ideas afines.

Establecer vínculos sociales nos mantiene motivados. El contacto positivo se traduce en apoyo mutuo y en el disfrute de relaciones reconfortantes que mejoran el estado de ánimo. Igualmente, la sensación de pertenencia representa un impulso mental que repercute en la disminución de la ansiedad y de la depresión.