Tras 13 años de trayectoria, la Compañía de César Martín, bajo la dirección del propio Martín, ha anunciado su disolución. La decisión, descrita como “dolorosa”, se debe a la precariedad y la falta de recursos que han caracterizado a la agrupación en los últimos tiempos.
La Compañía, que debutó con la obra “La Mujer de Negro” en el Teatro Auditorio del Revellín, ha enfrentado numerosos desafíos desde su creación. Inicialmente, compartían un espacio de trabajo en la planta baja de la Antigua Residencia de la Juventud con Comedia Farsa, otra compañía local que Martín ayudó a fundar. Sin embargo, perdieron este local cuando el edificio fue declarado en ruinas, una decisión que posteriormente fue revocada.
A lo largo de los años, la Compañía ha contado con el apoyo de diversas entidades y personas, incluyendo la Biblioteca Pública, asociaciones de vecinos como la de Manzanera o Parques de Ceuta, y el Gimnasio Ushiro. A pesar de estos esfuerzos, la falta de un lugar para ensayar y almacenar el material escénico ha sido un obstáculo constante.
La normativa de riesgo de incendio les impidió almacenar ciertos materiales en el sótano del Revellín, lo que resultó en la pérdida de tableros y estructuras de escenografía valorados en unos 3.000 euros. Actualmente, la Compañía se enfrenta a la necesidad de deshacerse del mobiliario escénico debido a la imposibilidad de continuar pagando el alquiler del trastero donde se almacenaba.
La última función, prevista para este mes, no pudo realizarse debido a problemas de agenda y de algunos miembros del reparto. Esta cancelación, sumada a la falta de ingresos durante el último año, ha agotado los fondos de la Compañía.
César Martín, quien ha dedicado 27 años de su vida al teatro, lamenta profundamente la situación. Aunque espera que este adiós sea solo un “hasta luego”, reconoce que el futuro es incierto. Agradece a todas las personas que han apoyado a la Compañía a lo largo de los años, desde individuos hasta el personal de Cultura y los Consejeros con los que ha trabajado.
Finalmente, Martín expresa su preocupación por el estado de la cultura local, citando el caso de la Asociación de Cine de Ceuta, que tuvo que cancelar sus muestras de cortos por falta de medios. Aunque no puede hablar por otras compañías de teatro de Ceuta, tiene la sensación de que la producción cultural local ha disminuido en los últimos años.
Martín no dice adiós, dice: "hasta la vista".
