El Gobierno ya se encuentra enfrascado en la preparación de la Pascua del Sacrificio, que se estima para el 9 de julio, y el primer anuncio ha sido el referido a las instalaciones para realizar el rito que, por tercer año- contabilizando el de pandemia- volverá a prescindir de las tradicionales carpas.
Eso sí, el sistema sufrirá cambios respecto a la apuesta de pasado 2021 de centralizar los sacrificios en el Matadero Municipal, y se materializa el anuncio deslizado en julio por el consejero de Sanidad, Alberto Gaitán, que apostaba por mataderos portátiles.
Así, lo ha anunciado este viernes, el portavoz adjunto del Gobierno, Carlos Rontomé, que ha informado el remplazo de dichas carpas por mataderos “eventuales”, para cuya gestión se destinará más de un millón de euros. Sin especificar si serán de tipo portátil, como había comentado Gaitán, ni la cifra que se va a instalar.
Según el consejero portavoz, se establece este nuevo sistema de acorde a la legislación, a la vez que aclara que las carpas “no son los suficientemente correctas”, aunque según ha desprendido en sus palabras, este tipo de mataderos sí lo son, “al ser los que se utilizan en otros países”.
