CéSAR MARTÍN, DIRECTOR DE TEATRO

"El teatro es una forma de vivir muchas vidas, de tener experiencias y compartirlas con un público"

Este joven actor y director de cine y teatro de segunda generación, guionista y adaptador de textos se atreve ahora con una adaptación de "A puerta cerrada",obra del filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre. La cita el próximo 11 de septiembre en el Teatro Auditorio del Revellín. 

Cesar-Martín-(5)
photo_camera Cesar MartÍn en el patio de butacas del Teatro del Revellin/ANTONIO SEMPERE

César Martín Alcaide (Ceuta, 1973), actor y director de cine y teatro de segunda generación, guionista y adaptador de textos, nos habla de su trayectoria y de sus obras teatrales, que nacen de la conjugación de sus dos amores –el cine y el teatro. Estos amores se hicieron latentes desde muy niño gracias a la pasión de su padre por las artes escénicas, ya que escribía y dirigía montajes de teatro, y que le marcó el camino de cara a su trayectoria en el mundo de las tablas, haciéndolo debutar cuando sólo contaba tres años de edad. 

Fue más tarde, en su época de estudiante, cuando descubrió su vocación. Estudió en Málaga, en la misma escuela donde cursaron estudios actores como Antonio Banderas o Fran Perea, para después trasladarse a la capital, donde trabajó en un proyecto junto a un socio, logrando montar dos espectáculos teatrales. 

Ha fundado varias compañías de teatro, tanto fuera de la ciudad  como en la misma y siempre reivindica la profesionalidad de éstas como espacios de promoción cultural. Tras pasar por el Centro Dramático de Ceuta, donde encontró el apoyo de su director, Manuel Merlo, decide emprender una aventura en solitario y fundar su propia compañía.

Ceuta Actualidad lo acompaña en el estreno de su última adaptación titulada “A puerta cerrada”, obra del filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre.

cesar-martin3

                                                      

César, ¿qué significa para ti el teatro?

Para mí el teatro es una forma de vida, una forma de vivir muchas vidas, de tener experiencias y compartirlas con un público, algo que enriquece y a lo que no puedes acceder de otra forma. Hay un dicho que afirma que una persona sólo vive una vida y el actor vive mil vidas. A través del teatro he comprendido otras formas de vivir. En una ciudad que vende la multiculturalidad como Ceuta, me parece fundamental entender las perspectivas de otras personas y sus culturas.

Cuando se encarnan personajes puedes llegar a sentir en su piel y vivir otras perspectivas, una manera de enriquecer la vida de la gente a través de la cultura. Es sin duda una forma de entretenimiento donde puedes reír y llorar, pasártelo bien o reflexionar sobre temas de la propia vida. Todo junto. es un mundo maravilloso del que no quiero salir nunca.

 

A tu entender, ¿qué es lo que transmite el teatro desde el punto de vista interpretativo?

El teatro a diferencia del cine transmite experiencias muy cercanas. Permite contar historias a pocos metros del público que no te dejan indiferentes. Transmite emociones, tristezas y alegrías. Es muy cercano, al contrario del cine; el actor puede llegar a sentir el estado anímico del público. Una forma intensa y viva de transmitir valores a las personas que van a ver las representaciones. Ellos son parte de la función y como tal interactúan con el montaje. Dependiendo de la implicación del público con el espectáculo, las funciones cambian. Son experiencias completamente distintas.

 

¿Cuántas obras has dirigido y cuál es la más fácil que has hecho?

Aproximadamente entre doce y quince obras. Y ¿fácil?, ninguna. No me gustan las obras fáciles. Creo que el artista debe forzar y llegar a la barrera donde sabe que están los límites y hacer algo que sea difícil, porque es la única manera de evolucionar y crecer como artista. Si te acostumbras a hacer lo fácil te estancas y eso no es bueno en este mundo.

 

El tipo de obras que adaptas, ¿son comerciales o hay un punto personal en la elección?

Yo intento encontrar el equilibrio entre lo comercial y entre obras menos conocidas. Al final es el público el que decide porque su reacción tras la obra te dice por dónde puedes tirar para la próxima. Eso tienes que conciliarlo con lo que quieres hacer como artista. Yo siempre intento hacer obras que me gustan y creo que son textos buenos que van aportan algo al espectador.

 

¿Teatro clásico o método?

Yo no elijo. Incorporo de cada una de las cosas lo que creo que me sirve en ese momento. Dependiendo de la obra que estés trabajando o el espectáculo que vas a montar tienes que usar elementos de muchos tipos de interpretación desde el método Stanislavski a técnicas de Meyerhoff, o improvisaciones. Dependiendo de los personajes tienes que recurrir a una cosa u otra. Son herramientas a usar cuando te hagan falta.

 

¿Es necesario ser actor para dirigir teatro?

Yo creo que es necesario tener un mínimo de experiencia como actor para poder dirigir, eso no quiere decir que puedas aprender a dirigir haciéndolo, sin llegar a tener una experiencia previa. El teatro como cualquier arte necesita un proceso. Tiene una técnica que no se puede adquirir como el que enciende una bombilla. Existen unos elementos básicos que se pueden adquirir de muchas maneras, nunca se termina de aprender.

En el proceso siempre es bueno haber tenido algo de experiencia previa porque te ayuda a la hora de enfrentarte a la dirección. No puedes conseguir que un actor haga lo que tú necesitas si no sabes hasta dónde puedes llegar. También se da el caso del que aprende a actuar dirigiendo, del actor que representando una escena te hace ver cosas que no habías caído en hacer. Es muy emocionante.

 

La obra que estrenaréis el próximo día 11 es una adaptación de “A Puerta Cerrada”, obra clave del existencialismo con una carga político-social. ¿Por qué Sartre?

Es una obra de la que escuché hablar desde que estaba estudiando en Málaga y en la que no trabajé cuando estaba en la escuela, no coincidió que a mí me tocara. Decidí leérmela y me impactó por esa tremenda forma que tiene el autor de buscar la confrontación entre seres humanos.

De ahí se desprende la frase más célebre de Sartre “El infierno somos todos”, y ya pensé en adaptarla para que el público pudiera disfrutar de esta obra, donde la raza humana tiene la llave de la felicidad o de la desgracia de los demás que, a menudo, debido a nuestro propio egoísmo, vamos a perseguir nuestros propios objetivos sin considerar que somos una sociedad la cual nos negamos nuestra felicidad y se la negamos a los demás.

Yo necesitaba un texto que hablara de las relaciones individuales y ésta es muy interesante porque habla de los valores fundamentales de la filosofía del autor, desde el feminismo de sus personajes hasta ese toque de sadismo que aparece cuando la maldad entra en nosotros, deshumanismo puro y duro. Además también considero que tiene algunas connotaciones de la filosofía budista, como es la negación del deseo como medio de conseguir la felicidad.

 

¿Cómo consigues que en un texto tan destructivo para sus personajes, los actores logren encontrar ese lado oscuro que la obra pone de manifiesto?

Pues eso es mucho trabajo previo a comenzar los ensayos, digamos el trabajo de mesa donde se analiza la obra, los mensajes que transmiten y cuáles son las realidades de cada personaje.

Desde luego que los actores consiguen entrar en la piel de los personajes, todo esto entendiendo la personalidad de cada uno de ellos. Gracias a este trabajo podemos lograr captar la filosofía de Sartre porque es necesario para el actor cuando va a interpretar el papel que le corresponde.