TRABAJO Y AFICIÓN

El alpinista Diego Pozo Borja corona el Pico del Huayama en Bolivia

Es uno de los pocos españoles en superar esta cima de más de seis mil metros.

pozo amigo.
photo_camera Pozo junto a un compañero (CEDIDA)

El alpinista ceutí y guía profesional Diego Alejandro Pozo Borja atendió a Ceuta Actualidad mientras esperaba embarcar en el aeropuerto de Bogotá. "El Huayna Potosí es una montaña de 6.094 metros de los Andes bolivianos. Se trata de una montaña solitaria situada relativamente cerca de la ciudad de la Paz", explica. Es una montaña que presenta muchas complicaciones debido a su altitud, pues el mismo aeropuerto de la ciudad se encuentra por encima de los 4000 metros, lo que hace que la aclimatación sea muy complicada.

"En nuestro caso para aclimatar nos desplazamos hasta el lago Titicaca uno de los días para luego ir a un macizo llamado Condoriri (cabeza de condor en Aimara). Allí escalamos una montaña de 5.400 metros llamada Pico Austria. Nos teníamos que desplazar para escalar otra montaña de 5.600 metros llamado Pequeño Alpamayo pero por el mal tiempo no hicimos cima".

Desde aquí se desplazaron a La Paz para preparar el ascenso al Huayna y con todo preparado, "nos desplazamos hasta el campamento base de la mañana con un equipo de escalada bastante ligero, esto nos hacía ir más rápidos pues la meteorología no nos daba una ventana de tiempo demasiado grande".

POZO NIEVE.Desde el campamento base ascendieron al campo 1 a 5.200 metros y la altitud se hacía notar "pero esa misma noche a las 12 de la noche y con luna llena partimos hacia la cima, alcanzándola a las 7 de la mañana", relata.

La noche fue muy fría, rondando los 16 bajo cero en la cima donde la ruta de escalada presentaba numerosas dificultades pues el glaciar está excesivamente peligroso. De esto, "tiene la culpa el cambio climático. Tiene una rimaya (grieta) enorme semi vertical de unos 50 metros que nos costó bastante superar en la noche y los puentes de nieve estaban muy peligrosos y tuvimos que saltar bastantes, y en este sentido a la bajada fue mucho peor debido a que el calor los hace derretir y que al pisarlos puedas caer".

El último tramo de dificultad se encontraba antes de llegar a la propia cima donde había una arista muy aérea con viento que no permitía ni medio tropezón descenderla a tanta altitud fue bastante "emocionante". De las 24 personas aproximadamente que salieron a intentar la cima, tan sólo unos cinco lo consiguieron.

Diego Alejandro ha matizado que esta escala ha sido por trabajo. "He sido el guía de montaña de un cliente español. Es la parte maravillosa de mi trabajo, que justamente es mi afición".

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