La contracrónica

Canario sin alpiste

Llegaba el Ceuta al partido contra el Conil con el pensamiento de un efecto balsámico y enjugar esa caída libre entre el partido pendiente ante el Gerena, el parón por los pueblos de la UEFA y la derrota en San Roque.
 

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photo_camera Un Ceuta negado ante el gol cayó ante el Conil en el Murube/ CD

Se pensaba en los tres puntos ante el conjunto conileño que venía como tercero por la cola y sin ganar las últimas semanas. Y apareció un panorama solitario viéndose el Murube con ese ambiente festivo no dentro del recinto deportivo sino fuera por las comidas navideñas y esos jolgorios de poblados marineros donde se refrescaba el gaznate con vapores etílicos que hizo deambular a muchos aficionados sin rumbo hasta el campo federativo.

La peña deportiva de mis amigos Orgullo Caballa no dieron señales de vida cuando me hicieron el juramento ante el Papa que nunca faltarían a su cita con el equipo caballa lloviera o nevara y los eché de menos con sus cánticos de ánimo y esos “échale huevos “ para remontar los partidos del conjunto que dirige Juan Ramón.

Últimamente parece ser que a todos los equipos del grupo décimo cuando vienen a Ceuta se les quitan todas las penas y apenas se quejan del barco ni de los madrugones porque ver al conjunto conileño tan bien plantado en el campo con el entrenador pidiendo pastillas juanola de los gritos que pegaba y aleccionar a sus hombres para que no perdieran la posición, hace pensar que todos los equipos son mejores que el nuestro.

En mi palco tenía sentados a varios jugadores del equipo caballa como Jaime, Hosni, Migue y el flamante mediapunta y posible canalizador del juego del Ceuta Jorge Corella.

Y viendo el devenir del juego desde mi privilegiada posición junto a los jugadores, uno entiende mejor el fútbol que practica el equipo así como corregir y ver las jugadas, como ellos perciben el juego y como los compañeros pueden acertar o equivocarse en ciertas jugadas.

Y lo que no tiene fin son los bocinazos de algunos aficionados y las quejas de los que van con el chándal y el periódico debajo del brazo, esos domingueros de salón que critican al equipo y se les da las gracias por haber venido aunque su apoyo sea destructivo, pero traigo una frase aquí que acuñó el inolvidable Don Alfredo D’ Stefano, “canario sin alpiste no canta “….

Y a buen entendedor pocas palabras cuando hay rumores que la pela es la pela y si no que se lo digan a Don Quijote que recordó que el trabajo y el peso de las armas no se pueden llevar sin el gobierno de las tripas.

Así que el dinero llegará por carnavales por el mes de febrero y con míster que se llame Juan Ramón o con otro que sea gato por liebre, no se le puede exigir más a los jugadores cuando en un asedio ante el marco rival se pegan hasta tres tiros a la madera y la pelotita no entra, si no que se lo digan a Don Quijote, al canario y al alpiste.