La inteligencia emocional también se entrena

Izaskun Bernal, coaching emocional, trabaja con la Federación de Gimnasia Rítmica para mejorar algo más que los resultados del equipo
Izaskun Bernal
photo_camera Izaskun Bernal, coach en inteligencia emocional

Los amantes del deporte, en general, aún tienen en sus retinas las imágenes de la patinadora rusa Kamila Valieva que, a sus 15 años, sucumbió ante la presión del escrutinio público, acabando sin medalla y entre sollozos. Y no es el único ejemplo de un joven deportista a quien le ha podido la presión. Fue muy sonado el abandono de una de las mejores gimnastas de la historia, la norteamericana Simone Biles que se marchó del tapiz dando un portazo a las finales olímpicas de Tokio 2020. Estos tan sólo son un par de ejemplos, de deportistas de élite, pero cualquier deportista, sin importar la edad, la modalidad o categoría, puede verse afectado por la presión y pasarle una grave factura a nivel psicológico. 

Y como es mejor prevenir a curar, la Federación de Gimnasia Rítmica de Ceuta no duda en invertir recursos para mejorar todos los aspectos de la salud física y emocional de las gimnastas locales. Desde hace unos meses, la Territorial cuenta con la colaboración de la ceutí Izaskun Bernal que trabaja, con las monitoras de la federación, para ofrecer todas las herramientas a su alcance para "acompañarlas y que se preste atención a la gestión mental y emocional en el deporte y, en concreto, en la competición" esta opinión de Izaskun está basada en dos pilares. 

Por un lado está la investigación que Izaskun Bernal ha llevado a cabo durante los últimos años como profesional en el mundo de coaching y la consultoría de la gestión de las emociones y por otro, en el caso del deporte, "basado en mi propia experiencia", como jugadora de tenis durante 10 años "con 5 horas de entrenamiento a diario".
"La presión, la búsqueda de resultados, la competitividad (entendida desde un plano que nos desequilibra), el sentirse juzgado (muchas veces basados en criterios subjetivos, como en la gimnasia rítmica), la familia con su afán de presumir en su círculo social con un 'mira lo que hace mi niña' se nos olvida cómo nuestros hijos viven el deporte" afirma Izaskun Bernal.

Antes de empezar a trabajar con las gimnastas, la coaching dejó bien claro ante entrenadoras y padre que "no me iba a centrar en los resultados", el coach "no interfiere en los resultados, ya que es el deportista quién se enfrenta en su soledad a los retos de la competición". Izaskun pone como ejemplo a Rafa Nadal. "Tiene a todo un equipo a su alrededor pero quién entra en la pista a jugar es él" Izaskun hace hincapié en la importancia del equipo que trabaja para mejorar el rendimiento del deportista pero, como coach "estamos hay para hacer un acompañamiento y darles una serie de herramientas que les permita sacar los mejor de ellos". El resultado, "a mí, personalmente, me da igual" porque el trabajo del coaching es otro.


En el caso de la rítmica, si la gimnasta deja caer, por ejemplo, una de las mazas, "la emoción que a mí me va a ayudar a aceptar esa pérdida es la tristeza auténtica porque es la emoción que energéticamente me permite aceptar la pérdida y en el momento que la acepto, con tranquilidad, puedo seguir avanzando", afirma Izaskun. 
Caso muy distinto es si la emoción que maneja el deportista tras el error es la rabia, "los segundos o minutos que yo esté en modo rabia, estaré en un modo de disfunción emocional". La rabia es una emoción muy potente cuya finalidad es la de la reparación de la injusticia pero no para la aceptación de una pérdida "porque un deportista sumido en la rabia se va a bloquear y no va a poder seguir con el desarrollo normal del ejercicio". Otra de las emociones que pueden surgir tras el error es el miedo que tampoco ayuda a superar la pérdida.

Así, para los deportistas, en mayor o menor medida, cualquier aprendizaje supone un esfuerzo. Adquirir nuevos conocimientos y habilidades de mayor dificultad siempre generará cierta tensión y frustración inicial. Los atletas que no sepan manejar este tipo de emociones pueden resistirse a intentar actividades nuevas por temor al fracaso. También, la capacidad de manejar las emociones influye mucho a la hora de llevarse bien con el entrenador, trabajar en equipo o resolver un conflicto. El conocimiento, comprensión y manejo de las emociones es, por lo tanto, vital, pues éstas permitan adaptarnos, comunicarnos y desenvolvernos en sociedad. Por tanto, la Inteligencia emocional prepara para la vida, permite estar atento y poder defenderse de posibles retos sociales que puedan acontecer.