La contracrónica

Sufrimiento y despedida

Volvíamos al Alfonso Murube con ese ambiente pre­carnavalero que va tomando el ambiente cuando se acerca febrero y me encuentro que a la equipación del Ceuta sólo le faltaba el murciélago del escudo para asemejarse al Valencia CF.

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photo_camera El Ceuta ganó por la mínima al Coria en un partido poco vistoso/ A. SEMPERE

Y me comentaban que los sponsor y patrocinadores que si pagaban o no pagaban y se optó por la vieja camisola con la camiseta de franela debajo por aquello del frío que campea por el Murube tanto en el césped como en las gradas, y creo que ya no hay ni recoge­pelotas que por un refresco y una camiseta se volverían locos como en mis tiempos por estar a ras de hierba aunque sea artificial.

En el once inicial parece ser que de la noche a la mañana el bueno del lateral Segura ya no entra en la ecuación del míster Cándido Rosado que sólo le faltaba ser un cantaor flamenco en algunos lances del encuentro cuando se ponía a grito pelao como Fosforito o Porrina de Badajoz.

Y quitar a Segura del lateral cuando es un jugador que da el do de pecho sin fisuras para poner al bueno de Chakir como lateral , al fino y escurridizo extremo le puedes pedir que sea un carrilero, pero no un secante por no decir los experimentos de las idas y venidas de los jugadores foráneos que visto lo visto hasta Miguel podría ponerse con esa envergadura en el centro del ataque y no habría jugador que le quitase el nueve.

Del partido nos vienen a la memoria lo que nos metimos con José Antonio Asián cuando el uno a cero era inamovible y se quedaban los tres puntos en el Murube o el carácter que le imprimió Juan Ramón al equipo y el sufrimiento que tenemos ahora rezando a todos los Santos que el uno a cero no se nos quede en un empate mas en los minutos postreros.

El equipo está justito, con lo puesto, con la ilusión y ganas que cada uno le ponga por ese amor propio que se le presupone como al soldado al incorporarse a filas en aquellos tiempos de mili. El ambigú está como los chavales de la Peña que uno con la persiana echada por motivos técnicos y los chavales que se han quedado más congelados que las pavanas de las luces del campo que hasta ya no está ni el DJ Poyito con esa música a tope que nos ponía en los prolegómenos del partido animando y dando ese ambiente festivo para animar el cotarro a los más viejos del lugar.

El Ceuta tiene esos arreones en el juego sobre todo cuando aprovecha las bandas con la inclusión de Ismael en el flanco izquierdo y esperando que Jorge Corella se acople al juego con más partidos a sus espaldas y sea el canalizador del equipo así como la ausencia notable en el medio campo del pivote Ernesto que se nota en el corte defensivo de la zona media recuperando balones.

Y la despedida llega con el mejor jugador que se ha posado cada domingo en el césped de los 22 que saltan al terreno, Antonio Prieto que ha demostrado con su juego y esos regates, con el cambio de ritmo, sobre todo este ultimo partido ante el Coria, que sólo le faltó la guinda del gol a esa calidad de superior categoría con ese cambio y esos abrazos de los compañeros y los aplausos de los aficionados que si es un adiós sea un hasta pronto, pero en superior categoría. Con la alegría del carnaval que trae esas coplas con sus tristezas y sus alegrías que ganamos una vez más viendo como el Prieto se nos iba.