La controversia suscitada entre PSOE y PP en torno a la necesidad de derogar el actual sistema de bonificaciones de las cuotas empresariales a la Seguridad Social vigente en Ceuta y Melilla no parece del agrado de empresarios y sindicatos. La Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), CCOO y UGT han emplazado a los responsables políticos a alcanzar un acuerdo que permita retornar al antiguo modelo de bonificaciones, sustituido por el actual el pasado 1 de septiembre. Patronal y sindicalistas llevan meses defendiendo que el sistema vigente perjudica a empresarios y trabajadores y, por extensión, a la economía local.
«Hay dos grandes grupos parlamentarios fuertes que son el PSOE y el PP, que parecen estar de acuerdo en volver al anterior modelo de bonificaciones: no debería haber problema ninguno para cuadrar la aritmética parlamentaria», ha asegurado la presidenta de CECE, Arantxa Campos.
La presidenta de los empresarios ceutíes sostiene esta reflexión en el contexto del cruce de declaraciones que esta semana han protagonizado la delegada del Gobierno, la socialista Cristina Pérez, y el portavoz del Gobierno de la Ciudad, el popular Alejandro Ramírez. Pérez aseguró que el modelo de bonificaciones no se modificaba por el rechazo de la oposición en el Parlamento, que atribuyó a la «política del fango y la confrontación». A su vez, Ramírez atribuyó el bloqueo al cambio de modelo a la actitud del PSOE, a cuyos diputados al Congreso invitó a votar a favor de una iniciativa tramitada por el PP en el Senado para propiciar la derogación del actual sistema.
«Me parece una poca vergüenza». El secretario general de UGT, Juan Carlos Pérez, se mostraba este miércoles así de contundente a la hora de valorar la actitud que los dos partidos mantienen en esta controversia. «Estamos ante una guerra política, que es lo que parece ser, y me parece una barbaridad», apostilla el sindicalista.
En la misma línea se ha pronunciado el secretario de Organización de CCOO, Ángel Lara, quien ha defendido la necesidad de atender los intereses de los trabajadores, al tiempo que ha manifestado su convicción de que el Gobierno central no parece querer avanzar en el cambio de modelo. «Unos y otros juegan a marear la perdiz: la preocupación de los trabajadores es llegar a fin de mes y, mientras, los políticos andan un poco a su juego, perdiendo el tiempo», se lamenta el dirigente de CCOO.
