Durante la jornada de ayer se llevó a cabo el IX Encuentro Estatal de la red de aprendizaje servicio en la Universidad Laboral de Gijón (Asturias). No es la primera vez que el IES ‘Almina’ realiza algún tipo de trabajo con proyección social, pero con el “Proyecto Capaces” el centro ha tomado las riendas de la simbiosis entre contenidos y compromiso con la sociedad. En este caso concreto, tras la formación recibida a través aprendizaje servicio, organizadas por la Unidad de Programas Educativos del MECD, un grupo de docentes del Almina se ha puesto manos a la obra para transformar los lugares de ocio y restauración de la ciudad en sitios inclusivos. Mediante el uso de pictogramas y lengua de signos española (LSE), el proyecto pretende que cualquier persona con sordera o discapacidad motriz severa sea capaz de disfrutar sin barreras comunicativas de un rato de ocio en una hamburguesería, cafetería…
El encargado de abrir el encuentro ha sido Jaume Funes, psicólogo, educador y periodista experto en “adolescencias de todos los colores”, que bajo el título “Por qué se aprende más y mejor en compañía y con compromiso social” disertó acerca de el aprendizaje servicio como método de aprendizaje, recordando, entre otras cosas, que es necesario reconciliar aprendizaje y vida y que “el aprendizaje servicio tiene que ver con una escuela que descubre la comunidad y una comunidad interesada por la escuela”. Según Funes, aprendemos descubriendo y el profesorado ha de ayudar al alumnado a aprender junto con otras personas cómo son los otros y transformar y comprometerse con la sociedad.
El aprendizaje servicio es una metodología de trabajo en la que los contenidos y conceptos tienen sentido en la medida en que ayudan a optimizar algún aspecto de la realidad. Es decir, contenidos y compromiso social se unen para que el alumnado: aprenda a partir de la experiencia, mejore su autoestima, trabaje cooperativamente, reflexione sobre su aprendizaje y participe activamente en la sociedad para transformarla.
Las actividades de ApS son oportunidades para adquirir saberes que ayuden a entender la realidad, pero también son posibilidades que permiten cultivar actitudes y valores. Por lo tanto, formarse o aprender no suponen pasar un examen o reproducir mecánicamente contenidos, sino participar en proyectos de mejora de la realidad, colaborando con compañeros de características similares y con la ayuda de adultos (profesores u otros miembros de la comunidad) que acompañan el proceso e intervienen para ampliar las posibilidades de participación de los jóvenes.
