La Junta de Personal Docente de Ceuta se ha constituido en la tarde de este miércoles. Cuenta con 23 representantes, con UGT a la cabeza con 13 representantes. Francisco Lobato, que encabeza a los ugetistas, afronta su tercera Junta como presidente, además de otras dos en las que formó parte sin estar en la presidencia.
La Unión General de Trabajadores obtuvo en las elecciones sindicales 721 votos que les daban derecho a 13 delegados, uno más que en los anteriores comicios. FECCOO conseguía 252, con 4 delegados, perdiendo dos representantes. Por su parte, CSIF subía en representación, pasando de 3 a 4, mientras que ANPE mantenía los dos que ya habían obtenido en 2019.
Lobato no augura cambios sustanciales en la dinámica de trabajo de la Junta Docente. “Las relaciones entre los sindicatos han sido muy buenas”, actuando con “unidad sindical”, dado que todas las formaciones reman en la “misma línea de conseguir mejoras, consensuadas desde hace tiempo”.
Por delante, la Junta deberá afrontar grandes retos. Por lo que Lobato propondrá una dinamización en las reuniones de trabajo, con un calendario de reuniones y buscará alcanzar un consenso entre las formaciones sindicales para tratar temas con el Ministerio. Entre los retos a los que se enfrentarán se encuentra la demanda de la mejora de las condiciones laborales y retributivas del profesorado, así como la creación de un órgano específico de gestión para las ciudades autónomas y dotar de mayor autonomía a las direcciones provinciales.
Tras la consecución de la Escuela Oficial de Idiomas y el Centro Integrado de Formación Profesional, el objetivo de la Junta es conseguir el Conservatorio Profesional de Música, con el que ya cuenta Melilla. Pero, para Lobato es fundamental, para la mejora de la calidad educativa, “la reparación de los centros existentes, que están ya obsoletos”, unas actuaciones que deberán atender no sólo el Ministerio, también la Ciudad.
La Junta también reclamará el aumento del número de aulas de Educación Especial, así como de las aulas TEA, “los caballos de batalla” dado el aumento en el número de alumnos con necesidades educativas específicas.
