Apertura de la frontera

El Tarajal es una fiesta de buena vecindad en la reapertura

Dos años, dos meses, y 4 días después de su cierre las frontera del Tarajal ha reabierto sus puertas en la noche de este lunes. Una noche que ha estado marcada por la tranquilidad en el paso y también por la alegría de los varios centenares de personas se han acercado hasta las inmediaciones de la infraestructura fronteriza, la mayor parte de ella curiosos. Con esta reapertura, además, se pone punto y final a una crisis que comenzaba hace justo un año y que hoy parece ya agua pasada.

Hace un año, la noche del 16 al 17 de mayo el aire corría enrarecido. El domingo (entonces) había restañado el sol y hecho correr a las gentes de Ceuta y Castillejos hacia las playas, las orillas lucieron bañistas buscando refrescarse en un caluroso mayo, mientras se preparaba la llegada masiva de miles y miles de personas al Tarajal para saltarlo, incentivadas por Marruecos, en lo que iba a ser el último desafío y acabaría moviendo a toda la comunidad internacional en señal de reprobación. Antes. Mucho antes, el aire lo había enrarecido no las ideas bizarras para agitar el tablero internacional, sino un virus microscópico que acabó por poner a los más grandes países de rodillas. El Tarajal se cerró el viernes 13 de marzo de 2020. Tanta tragedia acumulada, tanto días tristes y grises, explotaron en fiesta esta medianoche del lunes al martes con el sencillo gesto de descorrer un cerrojo y abrir las puertas para que los vecinos puedan volver a encontrarse.

El anuncio era deseado a uno y otro lado del paso fronterizo. Y este día 17 de mayo se materializo. Lo hizo sin demasiado tráfico, sin demasiadas aglomeraciones, y con mucha alegría. Durante todo el día un goteo constante de curiosos se fue acercando al Tarajal para ver con sus ojos si era o no verdad. Tantos meses de rumores, de noticias que no lo eran, de malas noticias en forma de Boletín Oficial que prorrogaba el cierre habían vuelto descreído al más optimista. Al caer la noche decenas de personas se acercaban hasta la zona, la mayoría para buscar confirmación en persona de que la frontera abría, sin ánimo de pasar al otro lado, “si funciona el jueves o el viernes sí”, apuntaban la mayoría. 

El fin de semana próximo es probable que sea más fin de semana que todos los anteriores desde marzo de 2020. Cabrá la opción de cambiar de decorado sin coger un barco o un helicóptero de recorrer esos cientos de metros que separan un país de otro, un continente de otro, una cultura de otra, pero que durante los últimos dos años dos meses y 4 días han separado a cal, canto, barrote y cerrojo familias, amigos, negocios, afectos, abrazos, corazones, vecinos... humanidad. 

Así, el Tarajal se fue tornando en fiesta poco a poco. Más cerca de la medianoche ya cientos de personas, estas sí, con pasaporte, el de toda la vida y el nuevo, el del covid, y el espíritu decidido de atravesar la frontera, con el ánimo de los pioneros que no esperan a ver qué pasa, que quieren vivirlo por sí mismos sin que nadie se lo cuente, que no son periodistas (que también había de muchos medios de todas partes) que son protagonistas. 

Todos inmortalizando cada instante con su teléfono móvil, para contarlo, para atestiguarlo, para tener pruebas de que la pesadilla de la pandemia esta vez sí que sí, parece finiquitada. Cambiando lo que antes del cierre era paciencia obligada, malas caras, cierta desesperación por una alegría incontenible. Lo que antes era una cola infernal y desesperante era esta medianoche del lunes al martes poco menos que una discoteca. Los alaridos de felicidad, de alegría, resonaban a uno y otro lado, se colaban por los micrófonos con los que les hemos contado en directo este momento histórico. 

Los taxistas volvían a su parada, de donde nunca hubieran querido irse. “Alguno ya cargó”, atestiguaba uno de los conductores contagiado del espíritu festivo que le rodeaba. Los guardias civiles y los policías nacionales y los gendarmes más amables, también contagiados, aunque igual de estrictos. Disfrutando en el caso de la Policía Nacional de lucir sus nuevos juguetes, inhibidores de drones que impedirán que nadie sobrevuele el Tarajal sin autorización, y con un dron propio para ellos sí volar y ver desde las alturas qué pasa en el entorno fronterizo. La frontera inteligente está ahí, agazapada entre obras aún por terminar, que limitan los carriles de entrada y salida en el lado español a uno, pero asoma en forma de cámaras nuevas, esperando a coordinarse con todo para hacer del Tarajal algo muy diferente a lo que era.

Poco después de las once de la noche aparecía en la frontera la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, acompañada de los máximos responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ella era la primera en recorrer la distancia entre los dos países, antes de que lo hiciera ningún ceutí ni ningún tetuaní, para saludarse, como muestra de las buenas relaciones retomadas entre los dos países, con las autoridades del otro lado de la frontera. La buena vecindad empieza por la autoridad.

Cinco minutos antes de lo previsto la puerta se entornaba y quienes estaban fuera esperando para cruzar andando se adentraban por primera vez en más de dos años en la frontera para comenzar con los trámites.

Poco después hacían lo mismo los primeros vehículos, en su mayor parte motocicletas. Y es que una de las primeras sorpresas se producía en ese momento. A pesar de que este mismo mediodía el portavoz del Gobierno aseguraba que no estaba previsto que se habilitase hoy el embolsamiento de Loma Colmenar, era necesario pasar por el mismo para contar con el ticket que permitía cruzar la frontera en coche, por lo que estos vehículos tenían que regresar y pasar por la zona antes de transitar hacia Marruecos.

Entre los primeros en cruzar se han producido también las primeras devoluciones, en la mayor parte de los casos por no contar con la documentación sanitaria pertinente, la que ya exigía Marruecos desde que se reabrieron las fronteras marítimas, que obliga, para entrar en el país vecino, a contar con las tres vacunas contra la COVID-19. Entre los vehículos devueltos, sobretodo, problemas con la documentación, como no contar con la ITV en vigor. Cuestiones que no son nuevas pero que había quien no recordaba o esperaba mayor flexibilidad. Era poco probable.

Esta misma mañana el Jefe Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Ceuta anunciaba un “potente” dispositivo en la frontera y controles exhaustivos de quienes pretendieran transitar, y así ha sido. “Como debe ser”, señalaban algunos representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en una frontera entre dos países. Una frontera que en estos días se reabre de forma gradual y progresiva para retomar la normalidad perdida hace ya más de dos años.

Ahora solo queda esperar para que esa normalidad sea total y también para mejorar. Como saben uno de los compromisos es que Ceuta cuente con su aduana comercial y en ello se trabaja. Antes, el día 31 a las 00.00 los transfronterizos que permanecen en Marruecos también podrán regresar a Ceuta. Nosotros seguiremos aquí para contárselo.