Uno de los proyectos más ambiciosos para la ciudad está cada vez más cerca de convertirse en realidad, la conexión eléctrica submarina entre Ceuta y la Península.
El proyecto se presentó hace algo más de un año en la ciudad por parte de la Red Eléctrica Española. Su presidenta, Beatriz Corredor, aseguró que esta interconexión mejorará la calidad y estabilidad del servicio para los ceutíes hasta cuatro veces y Ceuta dejará de sufrir esos cortes de luz tan molestos. Además de surgir posibilidades de desarrollo industrial y empresarial.
Lo más importante es que este proyecto permitirá que los ceutíes disfruten de las mismas condiciones de energía que el resto de españoles, abaratando costes y con un mix energético más limpio y descarbonizado, puesto que el 89% de esta proviene de renovables.
Esta semana, expertos en la materia han debatido sobre el futuro de la energía y el cable submarino ha tenido un especial protagonismo. Coinciden en que es positivo pero hablan de otras alternativas en un futuro.
“La posibilidad de que Ceuta se una a la Península por un cable sería muy importante, tanto en términos económicos, ambientales como de seguridad energética. Es una medida positiva para Ceuta pero también para la seguridad e integridad del estado español”, ha puntualizado el catedrático Gonzalo Escribano.
“El nuevo cable va a potenciar extraordinariamente las posibilidades y el bienestar de los consumidores desde el punto de vista energético pero también industrial. El tener ahora el cable puede resultar un primer paso magnífico, a la espera de que haya otras alternativas energéticas en el futuro”, dijo José María Marín, catedrático.
El proyecto
Este proyecto de casi 69 kilómetros de trazado permitirá el transporte de energía eléctrica de 132 kV en un doble circuito, empleando las tecnologías más modernas. El cable empleado es el más avanzado, seco, y blindado para evitar rupturas. Y las subestaciones emplearán una tecnología denominada GIS, más compacta, robusta y que permite instalarse en menos espacio.
La totalidad del cable estará soterrado o será submarino. Se pretende que no afecte ni al medio ambiente, la fauna, los caladeros de pesca y los buques que faenan, como tampoco a las poblaciones, ni al patrimonio histórico.
El proyecto, con un coste de 221 millones de euros, permitirá que los ceutíes disfruten de las mismas condiciones de energía que el resto de españoles, abaratando costes y con un mix energético más limpio y descarbonizado, puesto que el 89% de esta proviene de renovables.
Está previsto que en 2025 este proyecto sea una realidad.
