Ceuta se compromete a iniciar su plan de zonas de bajas emisiones el 31 de diciembre de 2023, según ha anunciado el portavoz del Gobierno local, Alejandro Ramírez. El plan, que responde a la ley de cambio climático de la Unión Europea, requiere un estudio detallado de las consecuencias que tendrá para la ciudad la restricción de los vehículos más contaminantes, teniendo en cuenta el «reducido tamaño» de Ceuta.
El Ejecutivo local no se limita a contemplar la exclusión de ciertos vehículos en determinadas áreas, sino que también explora otras propuestas que puedan contribuir a reducir la contaminación sin imponer medidas drásticas. Ramírez ha expresado su voluntad de buscar un equilibrio entre el cumplimiento de los estándares ambientales y el bienestar de los ciudadanos, evitando cualquier perjuicio que pueda derivarse de la aplicación de las zonas de bajas emisiones.
Para ello, el Gobierno de Ceuta mantiene un contacto fluido con la empresa encargada de diseñar el plan, que deberá ajustarse a las exigencias de la ley de cambio climático y la normativa europea. Se espera que en los próximos meses se definan los detalles y se logren acuerdos que permitan avanzar en la implementación de estas medidas ambientales.
Este anuncio muestra una actitud prudente y equilibrada ante la creación de zonas de bajas emisiones en Ceuta, con el objetivo de respetar las obligaciones ambientales sin causar molestias innecesarias a los ciudadanos.
