RELIGIÓN

Indignación en la comunidad musulmana por la negativa de una funeraria a realizar traslados de cadáveres

Los musulmanes ceutíes han estado este fin de semana muy dolidos y sensibilizados ante la negativa de una funeraria a realizar traslados de cadáveres, por el solo hecho de profesar la religión islámica, según los testimonios recogidos por ceutaactualidad.com.

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photo_camera La comunidad musulmana, indignada por los traslados de cadáveres./A.S.

El viernes todo funcionaba de forma correcta. Falleció una señora de religión musulmana y fue trasladada a su casa, para los ritos islámicos de rigor y su posterior entierro en el cementerio de la confesión islámica. A partir de ahí se han producido hechos que han levantado la indignación de la comunidad musulmana a raíz de la negativa de una funeraria local –que pertenece a una multinacional- a realizar traslados de cadáveres, sólo por el hecho de ser musulmanes, según las fuentes consultadas.

El mismo viernes, el coche funerario que utiliza la comunidad musulmana para estos menesteres sufre un accidente. Lo cuenta Laarbi Maateis, además de trabajador del cementerio, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDE). Van por la avenida Otero cuando trasladan a un cadáver y un frenazo brusco de un vehículo que circula delante provoca un choque. Con el féretro y el cadáver dentro del vehículo, se rompe el radiador. Finalmente se traslada el cuerpo.

El vehículo tiene una reparación para dos semanas, aunque ayer fuentes del cementerio musulmán adelantaba que el coche estaba ya casi listo.

La cosa empieza a complicarse. Ya hay dos cadáveres y también los restos de dos fetos que han de ser trasladados.

Mohamed Abselam Mohamed es hijo de Abselam Mohamed Mohamed Bagnoussi. Éste último fallece a la edad de 67 años víctima de un cáncer de pulmón. Muere pasadas las 09.00 horas en el Hospital Universitario, el miércoles.

Su familia se encuentra con el problema de que no hay vehículo para transportar el cuerpo y se encuentran con que en la funeraria ASV les indican que han recibido un fax, explica Mohamed Abselam, de que “no pueden hacer servicios para la comunidad musulmana”. A pesar de que ponen 1.300 euros encima de la mesa para un traslado desde el Hospital a la casa de la familia, para cumplimentar los ritos funerarios, que como explica Laarbi Maateis, pasan por el recogimiento de los familiares, unas abluciones y el amortajamiento con telas blancas sin costuras.

El traslado era a Príncipe Felipe, donde se encuentra el domicilio familiar. Les dicen que hay problemas con yihadismo, con los autobuses, etcétera, según explica Mohamed Abselam. 

“Yo no sé por qué tienen que mezclar una cosa con otra. Es que ni pagando nos atendían”, indica.

Por si fuera poco, en la morgue hay dos fetos, también de familias musulmanas. Una de ellas de Marruecos y otra de Barcelona. Tampoco se trasladan. Mientras tanto, fallece el hombre que fue atropellado en la Almadraba. Se llamaba Mahmut Sariyildirim, un hombre turco, de 59 años, que muere tras dos días en UCI tras ser arrollado. Así lo cuenta Rachid Mustafá, un amigo íntimo de la familia. Mahmut deja viuda y dos niños de 12 y 16 años. Había llegado a Ceuta familia de Madrid, Granada y también de Turquía. Les ocurre lo mismo y no dan crédito a lo que oyen.  En este caso, el traslado era desde el depósito judicial de Santa Catalina, ya que al haber ocurrido un accidente fue preceptivo practicar la autopsia al cuerpo.

Los musulmanes quieren enterrar a los suyos lo antes posible, entre 12 y 14 horas después del óbito, pero como explica Maateis, se someten, como es lógico, a la legislación española, guardando veinticuatro horas.

“Ha sido un calvario para estas familias”, indica Maateis. Lo cierto es que cuando se han producido problemas con el vehículo que se dedica a hacer el traslado de cadáveres, han acudido desde la comunidad musulmana a la empresa Sefuba, la funeraria que tiene su sede en Los Barrios (Cádiz), que incluso ha llegado a desplazar uno de sus vehículos por espacios hasta de tres meses en Ceuta, para cubrir las necesidades de la comunidad musulmana.

Desde las familias y también desde la presidencia de Ucide se ha querido hacer especial hincapié en el reconocimiento a la vicepresidenta Adela Nieto y a la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed. Ellas, desde el momento en el que tuvieron conocimiento de lo que estaba ocurriendo, movieron todos los hilos posibles para paliar cuanto antes una situación que los familiares encuentran “incomprensible”.

Laarbi Maateis ha sido uno de los que han agradecido la colaboración por parte de la Ciudad y puso de relieve que la comunidad musulmana se planteó incluso un cierre total de actividad a todos los niveles, incluidos los servicios privados.

Por parte de la funeraria no se ha ofrecido versión alguna de lo ocurrido, aunque esta tarde podría realizarse alguna comunicación.