“Hoy puede ser un gran día”, así inició su discurso el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, durante la entrega del Premio Convivencia, que en su decimonovena edición, ha sido otorgado a Joan Manuel Serrat.
“Nos honra la presencia de Joan Manuel Serrat, el compositor y cantante de mayor relevancia en España y Latinoamérica durante el último siglo”, destacó Vivas, añadiendo que “Serrat es como un miembro de nuestra familia. Aunque no hayamos tenido el placer de conocerlo personalmente, forma parte del círculo íntimo de cientos de miles, incluso millones de personas, entre las que me incluyo. En mi caso, desde hace más de cincuenta años”.
Las melodías de Serrat han “creado la banda sonora de nuestras vidas”, y al menos una de ellas ha resonado en el Teatro Auditorio del Revellín, interpretada por el Coro Elemental del Conservatorio: “Mediterráneo”.
Para el presidente de la Ciudad, “el jurado ha acertado plenamente: la relación entre Serrat y la defensa de la convivencia es fundamental e inequívoca”. Vivas ha señalado que “su obra es, en gran medida, el resultado de la fusión y el encuentro, de la mezcla, del mestizaje, en resumen”.
“Serrat es un firme defensor de la tolerancia y un opositor a la intransigencia y el sectarismo, independientemente de su origen o signo. En ‘Te guste o no’, nos deja claro cuánto compartimos: el cielo, el aire y el sol, los mismos miedos, la misma fragilidad”, ha señalado Vivas.
Vivas ha definido a Serrat, el ‘noi de Poble Sec’, como un referente de dignidad y honestidad, agradeciéndole su dedicación, esfuerzo, vocación y buen trabajo. “Gracias por regalarnos canciones que nos hacen llorar en la intimidad”.
Y como el Premio es el “Convivencia”, Vivas ha recordado que “convivir es lo natural, lo sensato, lo conveniente. Lo natural, porque las lágrimas, sean de dolor o de alegría, no tienen color, ni credo, ni cultura. Lo sensato, porque con una sola mano no es posible aplaudir”.
Para concluir su intervención, el presidente ha dado la bienvenida “a este rincón del Mediterráneo, un lugar en el que, como describes en tu memorable obra, se vive entre la playa y el cielo, un lugar de noches pintadas de azul, de atardeceres rojos, de llanto eterno, de levantes otoñales”.
Joan Manuel Serrat, con la sencillez y el sentido del humor que le caracterizan, ha agradecido, como no podía ser de otro modo, el premio recibido, así como que “es complicado hablar el último”, aludiendo a las palabras que le ha dedicado el presidente de la Ciudad. “Este discurso del presidente ha sido de todo menos un discurso, ha sido un golpe directo al corazón”.
Serrat ha dejado claro que es un hombre “que disfruta de tener un oficio que le hace feliz”, en presente de indicativo, recordando cuánto tiempo hace que se bajó de las tablas de un escenario tras anunciar que se ‘jubilaba’, “hace 14 meses y 18 días. No lo echo de menos”, indicaba con cierta ironía.
“No pienso renunciar a este oficio de escribir canciones. Es un privilegio vivir de lo que uno ama y, por lo general, me aplauden”, ha señalado porque cantar le da placer. “Cantando compartes todo lo que sueñas y te enfrentas a tus demonios”.
Serrat ha sido y es un hombre que no renuncia a sus principios, por lo que ha recordado que es bilingüe y para él, serlo es natural. Una introducción para, sin olvidar aquel “la, la, la” que no pudo interpretar en el festival de Eurovisión por pretender interpretar partes del tema en catalán, ha dicho “canto y escribo en el idioma que me prohíben hacerlo”, como un recurso no sólo de rebeldía, también de principios, de no renunciar a lo que se es.
“Esta noche se ha hablado mucho de la tolerancia y la libertad”, ha incidido el cantautor, indicando que está convencido de que “la democracia es libertad y sobre todo es tolerancia” y que el respeto al derecho ajeno es sinónimo de paz”.
Pero esa democracia ha de ir de la mano de la justicia y ha de ser profundamente social y estar ligada a la economía, cultura, la sanidad, la educación… En definitiva, al bienestar social.
“La ignorancia es enemiga de la convivencia”, motivo del premio que ha recibido, recordando que “cuantos más conocimientos tienen el ser humano, más cerca de la convivencia está”.
Para concluir, Serrat ha manifestado que “Ceuta no necesita ninguna excusa para viajar a ella” por su hospitalidad que hace sentir que se es “un caballa más”, por lo que ha dado las gracias “por estar aquí, por acompañarnos” y por el premio que “pone de manifiesto el profundo cariño que se me tiene” ha concluido, ante un publico ceutí que le ha demostrado que se le quiere porque no ha dejado de aplaudir al 'noi de Poble Sec' que nos lleva de la mano por un manto de genista, aunque el niño joda con la pelota, porque hay paraules d'amor que siempre nos recordarán a Penélope.
