Los árboles del monte ceutí son las víctimas silenciosas de los temporales y los incendios. Las inclemencias del invierno han dejado su huella en los pinos canarios. Los temporales de febrero, con rachas de viento que alcanzaron casi los 100 kilómetros por hora, y las precipitaciones de marzo, que descargaron 112 litros por metro cuadrado en Ceuta, la mayor cantidad registrada en el país, han dañado muchos de estos árboles. En la zona de García Aldave, la empresa Tragsa realiza trabajos forestales para prevenir la caída de troncos y ramas sobre la carretera.
Hace aproximadamente un año, en abril de 2023, la Consejería de Medio Ambiente encargó a Tragsa la restauración de las áreas afectadas por incendios forestales en la Red Natura 2000 de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Entre las zonas de actuación se encuentran los pinos canarios dañados por los temporales.
El encargo, realizado a través de un contrato interno, contaba con un presupuesto de 200.000 euros. Se estableció un plazo de ejecución de doce meses para los trabajos incluidos en el proyecto, entre los que se encontraba la reforestación de la zona, que aún no ha comenzado.
En octubre pasado, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Alejandro Ramírez, explicó que debe transcurrir un periodo de dos años desde que se produce un incendio hasta que se puede iniciar la reforestación de la zona. Esto significa que la reforestación de la zona de García Aldave, afectada por el incendio del año pasado, no podrá comenzar hasta septiembre de 2024.
En cuanto a las labores realizadas desde que se adjudicó el contrato a Tragsa, Ramírez indicó que desde el inicio de la legislatura se estableció un plan de actuaciones en los montes de Ceuta. Este plan incluye mantenimiento continuo, limpieza, desbroce, así como inversiones y actuaciones integrales para prevenir incendios.
El consejero señaló que ya se han iniciado labores de reforestación en zonas afectadas por incendios pasados, como Aranguren, las inmediaciones del mirador de Isabel II o el barranco de Topete. Estas labores consisten en primer lugar en la retirada de los árboles muertos y las especies invasoras, para luego plantar ejemplares de especies autóctonas.
