Los trabajadores de Trace protestan contra la obligación de recoger la basura en el interior de los cuarteles

"¡No a los cuarteles!". Éste ha sido el grito que han lanzado al unísono casi un centenar de trabajadores de Trace a las puertas del Palacio de la Asamblea. La Ciudad ha remitido una notificación a la empresa con la intención de sancionar administrativamente a los trabajadores que se nieguen a realizar estas labores. El comité de empresa de Trace defiende que los acuartelamientos son propiedad privada. 

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photo_camera Casi un centenar de trabajadores de Trace se concentraban esta mañana a las puertas del Ayuntamiento /ANTONIO SEMPERE

¡No a los cuarteles!, este ha sido el grito que han lanzado al unísono casi un centenar de trabajadores de Trace a las puertas del Palacio de la Asamblea. De esta manera han querido mostrar su disconformidad con la orden recibida para entrar en los acuartelamientos militares a recoger basuras. 

El Comité de Empresa de la concesionaria del servicio público de recogida de residuos y limpieza viaria, asegura haber avisado en varias ocasiones a Trace y a la propia Ciudad sobre el descontento que este trabajo les genera. "Al principio decidieron paralizar las labores, pero a los pocos días la Ciudad mandó una notificación a la empresa con la intención de retomar los trabajos y sancionar administrativamente a toda aquella persona que se niegue a realizar esta tarea", comenta el presidente del Comité de Empresa de Trace, Francisco Mur.

Mur asegura que actualmente se está incumpliendo la normativa municipal ya que los cuarteles son propiedad privada y ellos se dedican a la limpieza viaria pública. "Estas labores que ahora nos obligan a realizar bajo amenaza no están recogidas en el pliego de condiciones que existe entre Trace y la Ciudad", expone el presidente del Comité de Empresa. 

Pese a todo, los trabajadores están realizando la recogida de contenedores en aquellos cuarteles en los que no les piden acreditación para acceder a las instalaciones.

Francisco Mur lamenta que nunca se haya producido un acercamiento entre Trace y el Comité de Empresa para tratar de solucionar este asunto. "La única forma que tenemos de defendernos es realizando estas concentraciones que perdurarán hasta que encontremos una solución favorable de cara a los trabajadores", 

Durante años Defensa desembolsó 172.000 euros al año, 140.000 a través de un contrato con la empresa "Limpiasol" y 32.000 en concepto de tasas por traslado de sus residuos al otro lado del Estrecho. Ahora, lo que tradicionalmente se ha eludido imponer a la adjudicataria encargada de recoger los residuos en caminos o espacios de titularidad particular, se ha decidido dar una lectura opuesta del marco a aplicar. 

Francisco Mur ha querido dejar claro que este nuevo servicio no supone un incremento del trabajo que desempeñan a diario. 

Las concentraciones continuarán con carácter indefinido de 10.00 a 11.00 en la Gran Vía. 

 

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