La empresa apela a su «derecho a defenderse» del sindicato

Hércules acusa a CCOO de alentar «altercados» con su convocatoria de concentración

El sindicato ha promovido una protesta contra el despido de la trabajadora que el pasado 29 de diciembre se atrincheró en las dependencias del Conservatario para denunciar el impago de sus salarios.

Un agente controla el acceso a la calle mientras una ambulancia evacua a la mujer (C.A.) hércules
photo_camera Un agente controla el acceso a la calle mientras una ambulancia evacua a la trabajadora de Hércules atrincherada en el Conservatorio (C.A./ARCHIVO)

«No entendemos cómo se puede hacer un llamamiento a través de un medio público a generar más desorden y altercados». Esta es la acusación que la dirección de la empresa Hércules ha dirigido contra el sindicato CCOO por su decisión de convocar una concentración de solidaridad con una trabajadora despedida. La afectada es una mujer de 50 años que, presa de la desesperación, el pasado día 29 de diciembre se atrincheró en las dependencias del Conservatorio con una garrafa de gasolina amenazando con suicidarse si  no se le abonaban los salarios que aún hoy se le adeudan.

En un comunicado, Hércules arremete contra la trabajadora despedida, de la que afirma había sido sancionada con anterioridad por otros hechos. La dirección apela a su «derecho a defenderse» frente al sindicato CCOO, al que acusa de lanzar ataques «de índole personal» contra la empresa.

Hércules, que mantiene en pie de guerra a su plantilla por el impago de salarios, sostiene que, junto con la Ciudad, se está «esforzando al máximo» para abonar las cantidades pendientes. Lo cierto es que el portavoz del Gobierno municipal, Alberto Gaitán, aseguró en su última comparecencia pública que la Ciudad estudia las vías legales disponibles para actuar contra la empresa. Hércules es concesionaria del servicio municipal de limpieza en distintas dependencias de la Ciudad.

Al tiempo, Hércules insiste en que todos sus actos «están vistos por la legalidad y justicia vigente».

La dirección precisa que el despido, promovido «ad cautelam», está supeditado a la audiencia que ha de darse a la trabajadora y al sindicato para que presenten alegaciones en el plazo de tres días. «Hacemos un llamamiento a la cordura y que la justicia dirima y haga su trabajo», concluye la nota de Hércules.