En Ceuta, la preocupación crece entre ecologistas, vecinos y especialistas ante una práctica que se ha vuelto demasiado común: las podas y talas extremas de árboles en zonas urbanas. Este miércoles, la indignación se hizo eco en las redes sociales cuando una vecina denunció la poda agresiva frente al IES Luis de Camoens y la zona de alrededor, un acto que refleja una problemática persistente y creciente en la ciudad.
La situación no es nueva. Organizaciones como Septem Nostra – Ecologistas en Acción Ceuta, la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta y el Grupo local de SEO BirdLife llevan años enfrentándose a lo que describen como "podas salvajes". Estas asociaciones han estado buscando incansablemente una solución que, hasta ahora, parece esquiva por parte de la Consejería de Medio Ambiente.
La demanda es clara: las intervenciones en el arbolado urbano deben ser realizadas por especialistas capacitados, quienes puedan garantizar un equilibrio entre la vegetación y el entorno urbano. Proponen establecer una estrategia que permita mantener las copas de los árboles en un tamaño adecuado, además de un seguimiento continuo para asegurar la sostenibilidad de estas acciones a largo plazo.
La práctica indiscriminada de podas y talas no solo afecta la estética de diversas barriadas de Ceuta, sino que también impacta negativamente en el medio ambiente. Áreas como la barriada del Mixto, que ahora muestran troncos desnudos sin ramas, evidencian la falta de sombra, color y, lo más importante, la ausencia de refugio para las aves, componentes esenciales para la biodiversidad urbana.
