Una obra 'perdida' del Prado, en el Salón del Trono de la Comandancia General de Ceuta

Se trata de un retrato de O’Donnell que formaba parte del “Prado disperso” y estaba desaparecido desde 1956

Una obra 'perdida' del Prado, en el Salón del Trono de la Comandancia General de Ceuta
photo_camera Retrato de O’Donnell, por Raimundo de Madrazo, en el Salón del Trono de la Comandancia (X)

El Museo del Prado y los amantes de la pintura del siglo XIX están de enhorabuena por el hallazgo en Ceuta de una obra del “Prado disperso” (ahora “extendido”) que llevaba tiempo dada por perdida: el Retrato de Leopoldo O’Donnell, de Raimundo de Madrazo.

Leopoldo O’Donnell fue un militar y político español que llegó a ser presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones durante el reinado de Isabel II. Su retrato, realizado en 1867 por el joven Raimundo de Madrazo, es una obra de gran calidad que muestra la influencia de su padre, Federico de Madrazo, el pintor de corte más prestigioso de la época.

Sin embargo, esta obra no ha tenido la suerte de ser admirada por el público, ya que entró al museo por error, atribuida a Federico, y nunca fue expuesta. Además, su autoría estaba confundida en el catálogo editado en 2015 sobre la pintura del siglo XIX, quizá debido a que la documentación del museo era contradictoria, a que aún no se sabía dónde estaba la obra, y a que ni siquiera se tenía una fotografía para conocer su aspecto.

La historia de este retrato es una aventura digna de una novela. El cuadro perteneció (y quizá fue encargado) por el Marqués de la Vega de Armijo, que era yerno de O’Donnell. Tras su muerte en 1908 lo heredó su sobrina, y el marido de esta lo vendió en 1910 a Ricardo Brugada, que lo vendió a su vez al estado en 1911 por 9.000 pesetas.

Una Real Orden lo asignó al Museo del Prado, donde no fue expuesto y pasó al almacén hasta que en 1919, tras una petición oficial, fue elegido junto a un gran cuadro de Porion para ser enviado al palacio de la Alta Comisaría de España en Marruecos, en la ciudad de Tetuán.

Allí permanecería hasta el fin del protectorado español en Marruecos (1956). Después, nada más se supo de él. El Porion, en cambio, apareció en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, y allí sigue.

Hace unos años, Emilio Cano Díaz - Investigador independiente y director de documentales sobre arte en mots.tv- encontró por casualidad en el Instituto del Patrimonio Cultural de España una foto de un retrato de O’Donnell. Estaba convencido de que se trataba del Madrazo perdido. No sin dificultad, Cano Díaz identificó incluso la firma, borrosa pero característica del Madrazo joven.

El estilo de la firma le había servido para corregir la autoría en una obra de Raimundo de la misma época, el retrato de Consuelo Gaztambide en el Museo Lázaro, que había sido adjudicado unos años antes a su hermano Ricardo de Madrazo.

“Pensé que teniendo la fotografía sería más fácil encontrar la obra, pero en los ministerios de Exteriores y del Ejército no sabían nada. Finalmente un amigo me sugirió contactar con el cronista oficial de Ceuta, José Luis Gómez Barceló, y resultó que conocía el retrato”, señala Cano en X (antes Twitter).

La obra formaba (y forma) parte de la galería de retratos del Salón del Trono de la Comandancia General de Ceuta, donde desconocían que la obra perteneciera al Prado. “Con seguridad fue trasladada a Ceuta después del fin del protectorado, y allí ha estado durante décadas”, apunta el investigador.

“Cada vez será más difícil, pero ojalá sigan apareciendo más obras despistadas del antiguo Prado disperso… y ya de paso, ojalá el Museo del Prado le haga la exposición antológica a Raimundo que tanto merece (sus íntimos amigos Martín Rico y Mariano Fortuny ya la han tenido)”, concluye.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad