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El rey lee la cartilla a los políticos

Felipe VI ha pronunciado un discurso crítico en el que ha alertado del desencanto de la sociedad con la clase política, ha pedido un refortalecimiento del estado de bienestar y ha criticado duramente la corrupción. 

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photo_camera El rey Felipe VI se dirige a las Cortes Generales durante la solemne sesión de apertura /Estrella Digital

Once meses desde que se celebraran las elecciones generales y un intento de legislatura fallido después, el rey ha inaugurado la XII legislatura en el Congreso de los Diputados. Felipe VI ha pronunciado un discurso crítico con los políticos, con la situación en España en los últimos meses y ha abroncado sutilmente a los representantes por no haber sido capaces de ponerse de acuerdo en la anterior legislatura.  

“La nueva convocatoria electoral generó inquietud y malestar en nuestra sociedad”, ha dicho el rey ante diputados y senadores, que se han reunido en una sesión conjunta en el Hemiciclo de la Cámara Baja. El monarca ha criticado “desencanto y por qué no decirlo, preocupación” que ha provocado  “la crisis de gobernabilidad” aunque ha concedido a la clase política que finalmente se haya "resuelto con diálogo, responsabilidad y generosidad”. Aun así, ha pedido "diálogo permanente" para gestionar el pluralismo que han traído las últimas elecciones al Parlamento. 

Pero las críticas a la clase política no se han quedado ahí. El rey ha pedido regeneración democrática y “regeneración moral de la vida pública” para, entre otras cosas, acabar con la corrupción. “La corrupción que ha indignado a la opinión pública tiene que ser un triste recuerdo de una lacra que debemos vencer”, ha dicho, contundente, el monarca mientras Rita Barberá, la senadora 'popular' imputada por blanqueo escuchaba, atenta, desde uno de los escaños improvisados en la sesión conjunta de este jueves.

El monarca ha pedido a los parlamentarios que “dignifiquemos la vida pública y prestigiemos las instituciones” para estar a la altura de lo que España necesita, a la vez que echaba la vista atrás para agradecer y valorar a los españoles de la transición, “la serenidad, la ilusión y la esperanza del pueblo de aquel entonces” para conseguir la reconciliación entre españoles y la democracia. "Nunca podremos agradecer suficientemente la valentía y generosidad a los que con dolor en su memoria pusieron todo lo posible para conseguir la democracia en España", ha sentenciado el moncarca, a lo que ha seguido una gran ovación. También ha tenido un recuerdo especial para “los cientos de españoles víctimas del terrorismo”.

Felipe VI no se ha quedado sólo con las críticas al funcionamiento y la dinámica de la clase política, sino que también les ha pedido acción en algunos aspectos. Ha sido duro con la situación social que se vive en el país y ha pedido “impulsar la cohesión social”. “Los ciudadanos afectados por la crisis deben sentir el apoyo de un estado con credibilidad, confianza y esperanza” ha dicho, por eso “debemos fortalecer el estado de bienestar”, ya que, según el moncarca, ha sido el “pilar básico” junto a las familias un pilar para sustentar a la sociedad durante la crisis.

Oxígeno a Rajoy

Pero el rey también ha hecho concesiones, especialmente al nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Felipe VI le ha felicitado por obtener la confianza de la Cámara y le ha deseado “muchos éxitos”, aunque el mayor reconocimiento ha venido después.

Tras las críticas a la situación general en el país, el rey ha elogiado la situación económica de España. “El ritmo constante de recuperación de nuestra economía, su crecimiento y la generación de puestos de trabajo constituyen una realidad cierta y positiva”.

El acto en el Congreso de los Diputados ha comenzado con honores militares para el monarca que ha pasado revista al Batallón de Honores en la Carrera de San Jerónimo acompañado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Fernando García Sánchez. Al finalizar el discurso ante los parlamentarios, también se ha dado paso a un desfile militar.