La senadora y alcaldesa de Valencia Rita Barberá ha muerto en la mañana de este miércoles tras sufrir un infarto fulminante. La última aparición pública de la exregidora, de 68 años de edad, fue este lunes tras declarar de forma voluntaria en el Tribunal Supremo por el caso Imelsa.
Los facultativos del Summa que se han desplazado al hotel Villarreal donde se encontraba Barberá sólo han podido certificar su muerte tras varios intentos por reanimar a la exalcaldesa. Sin embargo, fue imposible revertir la situación. Los sanitarios recibieron una llamada del céntrico hotel madrileño a las siete de la mañana, alertando de que la exalcaldesa había sufrido un infarto repentino.
Barberá estaba atravesando momentos de una gran tensión después de ser investigada por el Tribunal Supremo por un delito de blanqueo de dinero del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia a través de operaciones conocidas como 'pitufeo', supuestamente realizadas cuando era alcaldesa de esta ciudad. La senadora, actualmente en el Grupo Mixto después de ser expulsada del Grupo Parlamentario Popular, se encontraba acechada por la sombra de la corrupción y había sido víctima en los últimos meses de ataques feroces y críticas descarnadas, incluidas las de muchos de sus compañeros de filas.
El fallecimiento de Barberá ha causado consternación en el Congreso de los Diputados, donde se guardado un minuto de silencio al comienzo de la primera sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja. Varios de sus excompañeros de partido han lamentado su repentina muerte. "No se lo merecía", ha señalado en los pasillos del Congreso la diputada Celia Villalobos.
El expresidente del Congreso, Jesús Posada, ha destacado la "cacería totalmente injustificada" de la que estaba siendo objeto, mientras la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha dicho que le causa gran tristeza y que es "una pena".
Dirigentes políticos de otras formaciones también han expresado su pésame por la muerte de Barberá. Entre ellos el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, o el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, quien ha señalado que "con independencia de los actos que cometió, hay que respetar a las personas aunque no se compartan las ideas".
