En un anuncio inesperado realizado este martes por la tarde, la Moncloa confirmó una visita de estado del presidente Pedro Sánchez a Marruecos. Este viaje, que no cuenta con una agenda oficial, se producirá después de su comparecencia en el Pleno del Congreso de los Diputados y de responder a las preguntas de la sesión parlamentaria de control al Gobierno, que comenzó a las nueve de la mañana de este miércoles.
La Moncloa ha resumido el programa del presidente en Rabat de manera escueta: “Realizará un viaje oficial al Reino de Marruecos, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación”. Sin embargo, no se ha proporcionado información sobre si el presidente Sánchez se reunirá con el rey Mohamed VI durante su primer viaje oficial a Marruecos en la presente legislatura. Esto se debe a que el monarca marroquí suele pasar el invierno fuera del país.
En diciembre pasado, tras una visita a los Emiratos Árabes Unidos para negociar la financiación de planes de inversión en Marruecos, el rey inició una estancia en las islas Seychelles, en el Índico, que luego extendió a Zanzíbar, frente a la costa oriental africana, según informó la prensa marroquí. Como Comendador de los Creyentes, el soberano regresa a Marruecos antes del inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán, que este año está previsto que comience el 11 de marzo. Sin embargo, se desconoce si Mohamed VI ya está en Marruecos.
Aunque no se han dado pistas sobre los asuntos que España y Marruecos tratarán en Rabat, es probable que se aborden tres temas espinosos que afectan a Ceuta: la apertura de la aduana comercial, la inmigración irregular y el tráfico de personas y drogas en el Estrecho.
El presidente Sánchez no viajará solo a Marruecos. Estará acompañado por el ministro Albares, quien ya confirmó el pasado 14 de diciembre en Rabat, durante su primera visita bilateral de la nueva legislatura, el buen estado de una relación bilateral que “nunca había sido tan intensa y fructífera como en estos momentos”, según dijo ante su homólogo marroquí, Naser Burita. Este último se comprometió entonces a cumplir la hoja de ruta firmada en la Reunión de Alto Nivel (RAN), celebrada hace un año.
La lucha contra la inmigración irregular es una prioridad en la agenda bilateral, aunque Marruecos ya no es el principal problema, ahora lo es Mauritania y ya lo fue Senegal. Sin embargo, la aparición de las narcolanchas que simultanean el tráfico de drogas con el tráfico de inmigrantes es otra historia. En solo un año se han registrado más de 200 embarcaciones de este tipo que recogían a los inmigrantes en las costas marroquíes y los soltaban cerca de la orilla española haciendo uso de una violencia que ha causado varios muertos.
La actividad de estas mafias es un asunto especialmente sensible para España en este momento, no solo por la inmigración, sino por el reciente incidente en el que una de estas embarcaciones atropelló a una patrullera de la Guardia Civil, matando a dos agentes. Este episodio ha puesto de manifiesto la creciente fuerza de los traficantes que hacen negocio entre las dos orillas.
Ceuta vive un momento delicado, tras muchos meses de cierta calma. El presidente de la ciudad, Juan Jesús Vivas, pedía al ministro de Interior “ayuda” para la ciudad, ante la creciente presión migratoria, que deja cifras preocupantes, con más de un centenar de menores que han llegado, en su mayoría a nado, desde la costa de Marruecos.
