El Gobierno ha intentado zanjar el nuevo capítulo abierto en el caso Javier Guerrero y las insinuaciones que le sobrevuelan por su relación con los menores no acompañados. El exconsejero de Sanidad ha deslizado en más de una ocasión que dichas sugestiones obedecen a una mano negra que actúa contra su persona. Y hace una semana, le dio un giro a una historia que se le cernía más oscura, para denunciar a las puertas de la Jefatura de Policía que dichos jóvenes estaban siendo extorsionados por personal del Área de Menores con salidas a la península a cambio de que declararan contra el líder de Ceuta Avanza. No sólo, a alguno de ellos también le habrían ofrecido ascender, según el político.
Una versión, como ya es habitual que el Gobierno, no solo ha negado “con rotundidad, y manifestando que “no existe prueba alguna”, sino que también le ha lanzado un aviso: “Tenemos que anunciar que si alguien señala a este Gobierno o al Partido Popular- que es el que sustenta el Ejecutivo-, como instigador o artífice, acudiremos de manera inmediata al amparo de los tribunales de justicia, porque con rotundidad manifestamos que no existen ninguna”, ha dicho este viernes el portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, al ser preguntado al respecto.
El portavoz del Ejecutivo, también ha salido a la defensa del personal del Área- como también hiciese este lunes el propio Guerrero que intentaba aclarar que sus acusaciones iban dirigidas solo a “dos superiores”-, a quienes les ha mostrado su respaldo y confianza. “Personal que lleva a cabo una labor compleja, sensible y difícil. De manera muy profesional y con altísimo nivel de cualificación, y que velan siempre por el interés del menor”.
