La naviera Baleària ha anunciado que hoy miércoles concluirán los trabajos de colocación de un silenciador en los motores de su ferry Passió per Formentera. La medida se adopta después de las protestas planteadas por los residentes en las urbanizaciones próximas al puerto, quienes se quejan del intenso ruido que la embarcación provoca durante sus estancias nocturnas atracado al muelle.
Las quejas de los vecinos y de los trabajadores portuarios fueron el origen de la elaboración de un informe técnico encargado a la empresa Geotecnia y Medioambiente Ceuta S.L. cuyas conclusiones fueron entregadas a la Autoridad Portuaria el 27 de septiembre de 2014. Las mediciones practicadas en las viviendas de El Sardinero por los técnicos revelaron cómo, antes de la llegada del Passió el ruido de fondo alcanzaba valores de 47,2 decibelios con las ventanas del domicilio abiertas y 28,1 cuando éstas permanecían cerradas.
Los residentes en El Sardinero llegaron a presentar una denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente, que no mereció ninguna respuesta de las autoridades. En junio pasado, la Autoridad Portuaria decidió ordenar a Baleària que durante las noches el Passió permaneciera fondeado fuera de puerto. La solución aminoró el impacto acústico de sus motores auxiliares, pero no ha servido para solucionar el problema.
Las molestias acústicas generadas por el Passió per Formentera tienen un antecedente en las líneas de Alcudia y Ciutadella en las que el buque ha prestado servicio. En agosto de 2014, la naviera se comprometió a solventar los mismos problemas que ahora su buque genera en Ceuta. Ya entonces, la compañía anunció que había contratado a una empresa especializada para solventar el problema, aunque la adaptación de los motores jamás se practicó.