Así lo ha asegurado el capitán marítimo, Jesús Fernández de Lera, que en comparecencia pública ha repetido que no existe ni ha existido riesgo de contaminación y que el buque permanece totalmente estable y con la carga en perfecto estado.
El Sam Lion sufrió un accidente el pasado martes cuando realizaba una maniobra de aproximación para atracar en la Bahía Norte. El buque se aproximó demasiado a los isleros de Santa Isabel, en la zona de Santa Catalina, sufriendo un fuerte golpe al chocar con unas piedras del fondo que dañaron siete tanques de lastre.
Ahora, según las palabras del capitán marítimo, tras realizar un examen en mayor profundidad se ha comprobado que el barco presenta más grietas, aunque el problema que dos de las aparecidas ahora son transversales, que suponen más peligros que las primeras, esto es, las longitudinales.
Ante esto hecho, es “imposible que el barco pueda irse, ya que es necesario acometer más trabajos que van a llevar más tiempo que el previsto”.
Una vez que se han descubierto todas las grietas, los trabajos que se están haciendo corresponden a la limpieza del casco, reforzar las grietas, al principio y al final, para reforzar que sigan corriendo”. Una vez que todas estas primeras reparaciones estén hechas, se iniciará el proceso para igualar el casco y soldar unas planchas de acero”.
Una vez el barco esté totalmente sellado, hay que vaciar todos los tanques afectados para comprobar el estado del barco. Luego se hará una encajonada con cemento “y el barco quedaría listo”.
Fernández de Lera también ha explicado que el Bureau Veritas no ha decidido qué tipo de permiso le va a dar, “si para un viaje muy corto, corto o un poquito más largo”. Todo va a depender de las reparaciones que se están llevando a cabo”, ha dicho.
