Con motivo de la celebración esta semana de la Feria del Turismo en Madrid, desde el Puerto Deportivo de nuestra Ciudad, aprovechamos la ocasión para dejar constancia, una vez más, de que entrar por su bocana a vela (o a motor) es una de las fuentes turísticas más importantes para Ceuta.
Son muchas las embarcaciones de tránsito que amarran en nuestros pantalanes durante el año: más de un grupo de irlandeses, ingleses, o polacos han podido gozar de todo lo que nuestros escasos kilómetros cuadrados ofrecen. Casi siempre, se trata de visitantes que incluyen su parada en nuestra dársena sólo por motivos de descanso o reparaciones técnicas. No obstante, cuando ponen pie en tierra ceutí, esa estancia prevista de pocas horas suele convertirse en varios días de verdadero turismo.
Esta vez, queremos dar a conocer la historia de Damien Eckert, Charlotte La Fay, Yann Lenzen y Pierre Fergon: cuantro amigos franceses, tripulantes del “Melibokus”.
Su gran aventura, planeada durante un año, les ha traído hasta aquí. Partidarios de fomentar maneras ecosostenibles de viajar (prescindiendo fundamentalmente del avión), han decidido emprender una ruta con su velero, desde Marsella hasta las Antillas Francesas. En las millas que llevan navegando, han podido contemplar la belleza de las Islas Baleares, pernoctando en el Puerto Deportivo de Sóller; o disfrutar del entorno de la preciosa ciudad de Cartagena. Han podido también mezclarse con nacionales británicos en Gibraltar, y ahora, sólo por la necesidad de refugiarse de vientos y corrientes, están teniendo, tal y como me han comentado personalmente, una maravillosa experiencia en la perla del Mediterráneo.
Tal ha sido su sorpresa, que el breve tiempo que debía transcurrir para que amainara el temporal, son ya cinco días de paseo por nuestras calles, admirando su riqueza arqueológica y cultural; cinco días de reportajes fotográficos de nuestras magníficas vistas y de deleite de sus paladares con nuestra fantástica gastronomía. Cinco días que siempre quedarán en su Diario de a bordo.
Tenemos la posibilidad de hacer de Ceuta un destino turístico real, no sólo un lugar a descubrir por casualidad. Este tipo de testimonios lo confirman. Hagámoslo entre todos.
A estos encantadores visitantes, muy agradecidos además por el servicio que han recibido por parte del equipo de Marina Hércules, les deseamos la mejor de las suertes en su viaje, que prosigue rumbo a Tánger.
À bientôt!
