Mi nombre es Loli Vallejo y hoy solo tengo palabras de agradecimiento. Después de casi tres años esperando una operación de rodilla, hace unas semanas me llamaron del Hospital Universitario para comunicarme que mi momento había llegado. Estaba contenta por un lado y nerviosa por otro. Someterse a una operación no es del gusto de nadie.
Una semana después todo ha ido genial y ya estoy de vuelta en mi casa. Sin embargo, no puedo dejar pasar y me siento en la obligación de compartir cómo ha sido mi experiencia y el trato que he recibido por parte del personal del Hospital, desde los médicos hasta las limpiadoras.
He estado seis días ingresada y solo he recibido cariño y un trato excelente. Por eso quiero aprovechar estas líneas para dar las gracias al equipo de Traumatología: médicos traumatólogos, anestesista y ayudantes de quirófano, así como a todo el personal de la tercera planta, para ellos era “la abuela de la tercera”. Es de buen nacido ser agradecido y cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlas.
La sanidad en Ceuta deja mucho que desear, a la vista está el tiempo que he estado esperando para la operación, una espera que casi me deja para siempre en una silla de ruedas, pero el personal del Hospital no tiene culpa. Una plantilla, desbordada que trabaja muchas más horas de las que le corresponden y aun así siempre te reciben con una sonrisa en la cara, haciéndote sentir como en casa.
Después de todo lo vivido, solo puedo daros las gracias.
