Valla de Benzú

Unos 300 migrantes han intentado entrar en Ceuta a través de la valla de Benzú, siendo las fuerzas de seguridad marroquíes las encargadas de impedirlo. Ante este hecho, pensamos que es nuestra obligación volver a remarcar ciertos elementos que nos parecen esenciales al respecto de este fenómeno.

Unos 300 migrantes han intentado entrar en Ceuta a través de la valla de Benzú, siendo las fuerzas de seguridad marroquíes las encargadas de impedirlo. Ante este hecho, pensamos que es nuestra obligación volver a remarcar ciertos elementos que nos parecen esenciales al respecto de este fenómeno.

En primer lugar, volver a señalar el papel vergonzante encomendado a Marruecos. Si existe una indignación generalizada ante el hecho de que la UE pague a Turquía para que Europa no tenga que recibir más refugiados, lo mismo se lleva haciendo durante mucho tiempo con Marruecos. Y sabemos que el país vecino no es precisamente famoso por su respeto a los Derechos Humanos.

Enfocar el fenómeno de la inmigración como un problema del que protegerse es un error. Fortalecer las fronteras vía terrestre y marítima y reforzar cada vez más los controles sólo lleva a más muerte y más dolor. En ningún caso se está buscando solucionar el problema, sino expulsarlo a otro lugar. Esta actitud, aparte de inmoral, es profundamente irresponsable.

En los últimos años, España ha sido líder en los recortes en Cooperación Internacional. Este dato es una muestra de la tremenda hipocresía con la que se está actuando. Mientras sigamos en esta línea, mientras sigamos entendiendo que la clave del problema está en las fronteras y no en los países de origen y en el papel que nuestro país juega a nivel geopolítico, el problema continuará. La solución nunca está en la represión.

Más en Remitidos