Cada 6 de marzo, los logopedas europeos celebran su Día de la Logopedia, una fecha en la que se trata de fomentar la toma de concienciación de la profesión logopédica en el continente.
Para 2022, el Colegio de Logopedas de Andalucía, decidió celebrarlo con una Mesa Redonda virtual titulada ‘La Logopedia a lo largo de la vida’, precisamente con el objeto de que la sociedad entienda tanto la diversidad de patologías que esta profesión trata, amén del abanico de edades que ostentan los pacientes que la requieren. En ella participó Wafa Abdelkrim, delegada en Ceuta del Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía.
Entre otros participaron la neonatología y prematuridad, Belén Ordóñez Miyar, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid el logopeda en el paciente oncológico. Marcia Adrião-Briz, Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona y José Carlos Fernández Menéndez, del Centro Neuron Rehabilitación de Madrid.
La pretensión de esta iniciativa es dar a conocer la labor fundamental del logopeda en la rehabilitación de habla y funciones orales no comunicativas en todas las edades de vida.
Generalmente más asociada al tratamiento de trastornos de comunicación en la población infantil, la logopedia es, sin embargo, una profesión sanitaria que puede requerirse en cualquier etapa de la vida, -desde neonatos hasta personas de la tercera edad-. No sólo previene, detecta, evalúa, diagnostica trastornos de la voz, el habla y el lenguaje, sino también relativos a la audición, a la deglución y a las funciones orales no verbales.
En este sentido, el Colegio de Logopedas de Andalucía (Coloan) ha decidido centrarse este año en la temática 'La logopedia a lo largo de la vida' para celebrar el Día Europeo de la Logopedia. Y es que, dado que aproximadamente un 15% de la población española requiere de tratamiento logopédico en alguna etapa de su vida, resaltar la importancia de la logopedia para todas las edades es una reivindicación sumamente necesaria.
Así, por ejemplo, la intervención logopédica en bebés recién nacidos, -prematuros o no-, que se enfrentan a dificultades de la alimentación, desde sus primeras semanas de vida, es fundamental para prevenir secuelas a corto y largo plazo tanto para el neonato como para sus familiares.
En la otra cara de la moneda nos encontramos con que, entre un 56% y un 78% de los ancianos institucionalizados en nuestro país sufren algún grado de disfagia, que es el trastorno que les impide tragar los alimentos correctamente. Sin el tratamiento logopédico adecuado, sus vidas pueden llegar a correr un serio peligro.
La diversidad de trastornos y patologías que requieren tratamiento logopédico es tan amplia como la edad de los pacientes que la necesitan, siendo algunas otras de las rehabilitaciones más típicas de la profesión las realizadas a personas que han sufrido un ictus (afasia), o cáncer de laringe o de cabeza y cuello. Asimismo, la logopedia
también se ocupa de la mejora de la calidad de vida de personas con Alzhéimer o Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Logopedia hospitalaria
A la lista de patologías y trastornos en los que puede intervenir el profesional logopeda -en ocasiones como parte de equipos multidisciplinares, pero muchas veces también como terapias únicas- se ha sumado, en los últimos dos años, la COVID-19.
Y es que, entre las secuelas más frecuentes observadas entre los enfermos de coronavirus encontramos trastornos de la deglución; trastornos de la voz; alteraciones en la comunicación, el lenguaje y el habla o alteraciones en la motricidad orofacial, problemas, todos, que son tratados por profesionales logopedas.
Con esto se pone, una vez más, el foco sobre una de las peticiones más importantes de la logopedia, la de que haya logopedas en todos los hospitales. Una necesidad “más que manifiesta con la cantidad de pacientes post COVID-19 que han requerido tratamiento logopédico”, explica la decana del Colegio de Logopedas de Andalucía, Adela Corrales.
Los trastornos que la logopedia se encarga de detectar y tratar se pueden ver, cada día, en servicios hospitalarios como Oncología, Otorrinolaringología, Pediatría, Nutrición, Neurología e incluso Traumatología.
