Los profesionales sanitarios se han quejado en muchas ocasiones sobre la situación precaria que padecen pero el grito que estamos escuchando desde hace unas semanas es más fuerte que nunca.
Después de mucho tiempo pidiendo y luchando por conseguir mejoras, los médicos de Ceuta se han plantado y han dicho: "hasta aquí!.
Los primeros han sido los del ejercicio mixto, aquellos que compaginan la sanidad pública y la privada. Hace dos semanas iniciaron huelgas puntuales. Desde el pasado lunes están inmersos en una huelga indefinida que afecta, y mucho, a los pacientes.
En estas jornadas de parón se han cancelado más de un centenar de intervenciones quirúrgicas y un millar de consultas programadas. Una situación que preocupa a la ciudadanía pero también a los propios médicos, que lamentan haber tenido que llegar a iniciar la huelga.
Una de las razones que ha originado esta situación es la penalización económica a aquellos médicos que compaginan sanidad pública y privada, y que actualmente solo sigue existiendo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Esta penalización repercute directamente en el sistema sanitario público de ambas ciudades, a las que se le ponen cada vez más dificultades para mantener y conseguir nuevos especialistas, ante las particularidades y dificultades de Ceuta y Melilla, los sanitarios prefieren trabajar en la península.
Los sindicatos de Ceuta y Melilla vuelven a pedirle a la directora General del Ingesa, Belén Hernando, que acceda a tener un encuentro bilateral con ellos. Y recuerdan, una vez más, que siguen abiertos al diálogo para solucionar esta grave situación. A los afectados les vale con que Hernando descuelgue el teléfono y tenga intención de sentarse con ellos. Sin embargo, esta idílica estampa no se produce y los parones continúan.
A la problemática que vive el grupo de facultativos de ejercicio mixto, se ha sumado la situación de los médicos de atención primaria, que irán a huelga el próximo 11 de abril. En este caso se verán afectados los centros de salud del Recinto, Otero y Tarajal.
Entre las reivindicaciones de este grupo de facultativos están: no disponer del tiempo suficiente para atender correctamente a los pacientes, no poder limitar el número de pacientes de su propia agenda; también piden que las sustituciones (por vacaciones, días de libre disposición, etc.) se realicen desde el primer día de ausencia; la autogestión de su propia agenda; la mayor atención a la formación e investigación o el abono de la carrera profesional de los interinos. También han pedido jornadas de 35 horas, y la actualización de los medios y el funcionamiento del 061/SUAP (que está bloqueado desde 2007).
De nuevo, el desenlace de la problemática depende de poder dialogar con la administración pública, que está a cargo del sistema sanitario de ambas ciudades.
