A pesar de que el ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, defiende públicamente el valor del diálogo y consenso en la península, parece haber olvidado a Ceuta y Melilla en medio de una huelga médica que se extiende ya por siete meses. La paralización es la más prolongada que España haya visto.
En mayo, el Sindicato Médico de Ceuta (SMC) redactó una misiva en la que instaba al ministro a intervenir en la huelga médica que afecta ambas Ciudades Autónomas. Una problemática marcada por la falta de especialistas en los hospitales y centros de salud, llevando a los médicos a una sobrecarga laboral insostenible.
Sin embargo, Miñones, quien recientemente participó en el IV Simposio del Observatorio de la Sanidad en Madrid, abogando por el fomento del diálogo y consenso, parece contradecirse con su inacción ante la crisis de Ceuta y Melilla. Han transcurrido cuatro meses desde que el SMC remitiera dicha carta, y aún esperan una respuesta.
La gravedad de la situación llevó al SMC a presentar una denuncia contra el ministro ante la Fiscalía del Tribunal Supremo por su aparente negligencia ante el conflicto sanitario. Aunque el ministro ha resaltado avances en su gestión en el simposio, el SMC recalca que ninguna de las mejoras ha llegado a Ceuta y Melilla.
La demanda principal del SMC es clara: que el Ministerio iguale las condiciones laborales de los médicos de ambas ciudades con sus compañeros de la península. Aunque Ceuta y Melilla han sido declaradas zonas de difícil cobertura médica, estas condiciones parecen reflejadas sólo en papel.
El sindicato, desde el inicio de la huelga, ha reiterado su disposición al diálogo. Ahora, con la esperanza de que Miñones sea consecuente con sus declaraciones, anhelan que finalmente se abra un canal de comunicación genuino con los médicos afectados.
