La complejidad de la elaboración de la lista de festivos se convierte en fuente de controversias

La batalla de la jornada no laborable

Los partidos de la oposición han demandado que la celebración musulmana del Eid al-Fitr se convierta en día festivo. La solicitud ha puesto de manifiesto la complejidad que entraña la confección de la relación de días no laborables y las susceptibilidades que pueden excitarse con la exclusión de alguna de las fechas más controvertidas. 

Rezo fin del ramadan (14)
photo_camera Fieles musulmanes durante el rezo de fin del Ramadán/ ANTONIO SEMPERE

¿Existen argumentos razonables para sostener que el día de la ruptura del ayuno de Ramadán, Eid al-Fitr, ha de ser festivo en el calendario laboral? De ser así, y dado el limitado número de fechas disponibles, ¿qué posibilidades existen de crear una nueva fiesta? ¿Las celebraciones y ritos religiosos han de ser una referencia para elaborar el calendario laboral? Pero si se acepta este criterio, ¿por qué la inmensa mayoría de los festivos en Ceuta corresponde a celebraciones católicas?

Inmediatamente después de concluido el último Ramadán, las formaciones políticas de la oposición plantearon la conveniencia de incluir el Eid al-Fitr como festivo en el calendario laboral. Los defensores de la adopción de esta medida consideran que no se puede negar a la mitad de la población ceutí la posibilidad de disfrutar de una jornada no laborable en una fiesta que implica y moviliza a la práctica totalidad de la comunidad musulmana local.

La sugerencia ha encontrado, sin embargo, una actitud distante en el seno del Gobierno de la Ciudad. El ejecutivo local no se ha comprometido a aceptar la propuesta, lo que le ha valido las críticas de distintos sectores de la población musulmana y de las fuerzas políticas de la oposición. La decisión de los populares de no incluir en el orden del día del pleno de la Asamblea una moción planteada por MDyC para hacer del Eid al-Fitr un día festivo no ha ayudado a erradicar las suspicacias.

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, alegó que el procedimiento para aprobar una modificación del calendario laboral exige una tramitación que no es compatible con el debate la próxima semana de la propuesta de MDyC.

A las voces que dudan de los motivos que se esconden tras las reticencias del PP, los populares responden con sus propios argumentos para recordar que fue un gobierno de Juan Vivas el que en 2010 convirtió en festivo por primera vez la celebración de la Fiesta del Cordero o Eid el-Kebir.

El reparto de festivos entre las fechas que el Estado pone a disposición de las comunidades autónomas se convierte cada año en el caso de Ceuta en un quebradero de cabeza.

La población musulmana vería con buenos ojos una mayor representación de sus celebraciones religiosas en el calendario de festivos. Si se consideran todas las fiestas para 2016, las establecidas con ámbito nacional y las que quedan a la discrecionalidad de la Ciudad, la presencia de las celebraciones católicas resulta abrumadora: 9 sobre 14. La única jornada festiva ligada a un ritual musulmán que se celebra en toda España es el Eid el-Kebir, instituido en Ceuta y Melilla.

Existe, sin embargo, un problema de carácter técnico que complica todavía más la posibilidad de conciliar la confección de la relación de festivos con la inclusión de las celebraciones islámicas. La Administración local debe elaborar su propuesta para comunicarla a las autoridades ministeriales mucho antes de que pueda saberse en qué fecha concreta se celebrará, por ejemplo, el Eid el-Kebir, fiesta que se rige por el calendario lunar. De modo que, resulta difícil hacer coincidir la festividad civil con la religiosa, con las implicaciones que ello comporta.

 A las susceptibilidades que genera la exclusión del calendario laboral de tradiciones no católicas, el Gobierno local ha de lidiar, además, con la dificultad de encontrar un lugar para todas aquellas efemérides que desde distintos sectores sociales se juzgan merecedoras de conmemorarse con un día festivo.

El caso más relevante es el del Día de la Ciudad, que se celebra el 2 de septiembre. La fecha ha vuelto a engrosar la relación de jornadas no laborables de 2016 después de que el Gobierno local hubiera de soportar duras críticas por imprimir bajo a una solemnidad que todas las comunidades españolas celebran con un día festivo.

 

 

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