“El ambiente está enrarecido. Hay muchísima policía, mogollón de controles y no estamos cómodos”, explica Paloma desde un punto del mapa a 60 kilómetros de una de las ciudades más peligrosas de Turquía y a 200 de la frontera con Irán. Ceuta Actualidad ha hablado con esta familia que recorre el mundo dentro de su cálida caravana mientras fuera el mercurio baja hasta los 17 grados bajo cero. “Y se prevé que lleguemos a 29 bajo cero”, comenta Paloma mientras recuerda su primera “novatada” con esas bajas temperaturas. “Al intentar arrancar el motor por la mañana después de una gélida noche, nos hemos quedado sin batería porque se había congelado el filtro del combustible. La asistencia ha tardado 7 horas en llegar porque las carreteras están heladas y hay muchísima nieve”, recuerdan cansados porque “el día de hoy ha sido muy largo”. Sus experiencias con el frío no acaban aquí. Tal es la bajada de las temperaturas que las ventanas se congelan por dentro, por lo que han decidido colocar cartones por fuera para intentar aislarlas un poco más “pero que estén tranquilas nuestras familias que frío no estamos pasando. La caravana está más que preparada para que estemos calentitos”.
Al frío se ha sumado una “sensación rara de inseguridad y un ambiente tenso”. Desde que entraron en Estambul las cosas no han ido como esperaban. La misma noche que llegaron en barco por el sur, “una entrada idílica en barco”, nos despertamos con el atentado a solo 12 kilómetros de donde estábamos aparcados. Ese fue nuestro primer contacto con la realidad turca. Al día siguiente éramos prácticamente los únicos turistas en el Gran Bazar que estaba vacío, algo que impresiona muchísimo”. Tras tres días en Estambul, cruzaron a Asia, concretamente a Capadocia, “y a una hora de allí, otro atentado”. Unos hechos que no han hecho más que acrecentar las ganas que tienen de irse de Turquía. “Estamos asustados y no tenemos necesidad de estar así”. Unos días después, en Ankara el embajador ruso era asesinado.
Próximo sello: Irán
Su próximo destino es Irán, donde han conseguido entrar el jueves, no sin vivir otra aventura más. Paloma explica que para conseguir los visados para Irán tienen dos opciones: o ir por el sur con la frontera entre Siria e Iraq, “una locura”, o por el norte donde hay nieve y temperaturas de hasta 30 grados bajo cero. “Así que nos vamos para el norte pero el visado lo tenemos que conseguir en Erzurum, una de las ciudades más peligrosas de la zona. De hecho, un hombre que conocimos antes de llegar a Turquía nos dijo que ni las niñas, ni yo nos bajáramos del coche, ni nos dejáramos ver. Así que la idea es llegar a esta ciudad el jueves por la mañana, aparcar en la puerta de la embajada, que Lolo se baje y consiga los visados e irnos”. Quedamos con ellos en que si lo conseguían nos enviaban un mensaje porque una vez en Irán se quedan sin internet. El jueves por la mañana nos encontramos con el mensaje acompañado de varios emoticonos de alivio y alegría. A estas horas, esta familia disfruta de la tranquilidad de Irán aunque Paloma llevará puesto el pañuelo cubriendo su pelo, así como sus tobillos y brazos tapados.
“Queremos abandonar cuanto antes Oriente Medio. Calculamos que en unos 10 días. La idea en un principio era atravesar Turquía en tres días pero nos estuvimos informando y nos decían “tranquilos que no pasa nada” y fíjate todo lo que hemos vivido en estos 17 días”. Su siguiente destino serán Emiratos Árabes Unidos, aquí pasarán las navidades y pondrán fin a la primera etapa de ¡Vaya viaje! Después la caravana se irá en barco hasta la India y ellos en avión. Esta segunda etapa llegará cargada de voluntariado con la Fundación Vicente Ferrer y la construcción de una escuela. Mientras tanto, sus andanzas son retransmitidas casi en directo en vayaviaje.net.
