Los militares celebran su Pascua con la vista puesta en los retos de 2015

El general José Manuel Sanz impone la cruz del mérito con distintivo blanco a tres militares y a un civil

Ellos saben que les observan

Los micrófonos del salón de plenos no funcionaban esa mañana muy católicamente, lo cual, hemos de suponer, mantenía en estado de extrema inquietud a la bancada conservadora. La reforma protestante comenzó por mucho menos, presumían los diputados del ala derecha.

Lo cierto es que, proclives o no a sucumbir al ateísmo más disolvente, los micrófonos no funcionaban. En la tribuna, el portavoz del grupo socialista, José Antonio Carracao, gesticulaba enardecido, el dedo enhiesto, la mirada resuelta, el gesto adusto, la retórica inspirada. Pero no se oía nada.

Advertido de la fuente del problema, Carracao trasteó los micrófonos, miró al respetable y, dirigiéndose directamente a los periodistas que sesteaban babeantes al fondo de la sala, preguntó: “¿Repito?”. Y sin que nadie manifestara el más mínimo interés por responder a la pregunta, el socialista comenzó desde el principio su discurso ante el asentimiento de la corporación en pleno.

La anécdota, narrada aquí por uno de los cronistas que dormitaban resignados en la tribuna de prensa, refleja a las claras el sentido del espectáculo con el que los parlamentarios ceutíes se conducen en día de pleno. La transmisión en directo de las sesiones plenarias, iniciativa loable si no fuera por lo que sigue, ha llevado a los diputados a adoptar una retórica impostada, propia del que se sabe observado.

El “Vivas style” ha inficionado al conjunto de los parlamentarios locales quienes, de tiempo en tiempo, miran de reojo a las cámaras para acomodar su postura a su perfil más agradecido. Estas ansias telegénicas están emparentadas con la dudosamente higiénica costumbre de besar calvas infantiles y regalar recios abrazos a los jubilados. Resultado de ellas son esos discursos interminables, esas filípicas soporíferas, esa pertinacia en la réplica, la contrarréplica y la réplica a la contrarréplica que tan del gusto son de nuestros diputados.

Saben que les miran, y en vez de procurar que los debates sean útiles, ágiles y sirvan, por encima de todas las cosas, para la defensa de los intereses de la colectividad, ensayan caídas de ojos, fruncen los labios coquetamente y convierten cualquier sesión de la Asamblea en una sofisticada tortura.

¿Quién tuvo la idea de televisar estas cosas? El infierno está empedrado de buenas intenciones.

 

El destello

 “Durante los años de la crisis, en Ceuta no ha habido destrucción de empleo" (Juan Vivas, presidente de la Ciudad, en el transcurso de la rueda de prensa en la que esta semana ofrecía un balance del último año de gestión de su gobierno) 

 

Los ceitiles 

 

DE ORO. Al pequeño Yahya Tfaouti, el primer niño nacido en 2015. Poco tiempo ha atesorado el hijo de Fatiha y Abdelatif para hacerse acredor a premio alguno. Aun así, valoramos el arrojo de quien, pese a su corto entedimiento, o quizás a causa de él, decide venir a un mundo como éste, en el seno de una familia humilde y al otro lado de la frontera. Arrestos no le faltan.

 

DE PLATA. La decisión de la Consejería de Festejos de colocar publicidad en la Cabalgata de Reyes con el propósito de financiar de este modo al Banco de Alimentos resulta una iniciativa apropiada y sugerente. Apropiada porque en los tiempos que corren cualquier ayuda a este tipo de entidades es poca. Sugerente porque invita a creer que en los despachos oficiales todavía queda gente con buenas ideas. 

   

DE HOJALATA. Los silencios en torno a la contaminación del litoral ceutí resultan irritantes. Hace más de una semana que los vertidos procedentes de Cepsa enlodaron nuestras playas y costas, pero ningún portavoz de la empresa ha considerado necesario dar explicación alguna. Las dudas sobre el estado real de las instalaciones no hacen sino acrecentarse con la ausencia de información.

 

 

   

 

 

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