La Plaza de África se traslada a Judea escenificando un Belén viviente

La Asociación Blanca Paloma vuelve a escenificar el nacimiento de Jesús en un mercado de la época, con la colaboración de la Asociación Tingitana, que aporta su cultura y su solidaridad

 

Belén Viviente

Hace 2.000 años, en Belén nació un niño que cambió la historia de la humanidad. Un ángel anunció su venida y los pastores fueron a adorarlo, porque era el hijo de Dios. Con ese espíritu de celebración y fraternidad, la Asociación Blanca Paloma ha vuelto por segundo año consecutivo a la Plaza de África para llevar a cabo una representación de aquel momento, pero con un toque original y multicultural.

Belén Viviente

En lugar de representar un campo, han escenificado un mercado, más o menos, de la época, con sus puestos de pan, verduras, frutas, remenderas de redes o tejedoras. Allí se podía ver el trabajo y la vida cotidiana de las personas que habitaban en aquel tiempo y lugar. Pero también se podía apreciar la diversidad y la riqueza de las culturas que conviven en Ceuta.

Belén Viviente

En uno de esos puestos se encontraba, por primera vez, la Asociación Tingitana, cuyos miembros se han encargado de elaborar velas. “Vamos a participar con un puesto de creación de velitas porque son uno de nuestros símbolos”, confiesan desde la Asociación. “Queremos mostrar nuestra cultura y nuestra integración en la sociedad ceutí, y también colaborar con una causa solidaria”.

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Y es que, aunque la visita al Belén viviente es totalmente gratuita, en la entrada se ubicaba una zona de recogida de productos navideños, que la Asociación Blanca Paloma destinará a familias con pocos recursos. “Es una forma de compartir la alegría y el amor de estas fiestas con los que más lo necesitan”, explican desde la organización.

Belén Viviente

Y en el centro de la escena, el portal de Belén, donde una joven María acunaba en su regazo al niño Jesús, que ha sido el foco de atención de los ceutíes que no han faltado a la cita con el Belén viviente de la Asociación Blanca Paloma, que espera que esta actividad se convierta en una tradición. “Es una manera de recordar el verdadero sentido de la Navidad, que es el nacimiento de Jesús, y de transmitir los valores de paz, esperanza y solidaridad que él nos enseñó”, afirman.