Renacimiento de Tradiciones: Post-Ramadán en el Mercado Central

Dueño de uno de los puestos de Mercado Central / Álvaro Malpartida - Óscar Román

El final del Ramadán no solo marca el cierre de un mes sagrado, sino también el comienzo de una celebración vibrante y llena de vida. Las calles se llenan de alegría, los hogares de aromas exquisitos y los corazones de gratitud

Rifi el dueño de uno de los puestos del Mercado Central nos comenta algunas cosas tras el fin del Ramadán.

El Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración, culmina en una celebración de tres días conocida como Eid al-Fitr. Este es un tiempo de alegría y gratitud, donde las familias y amigos se reúnen para compartir comidas, intercambiar regalos y dar gracias La comida juega un papel central en las celebraciones del Eid. Las familias preparan platos tradicionales que se han transmitido de generación en generación. El olor a especias y dulces llena el aire, creando una sensación de calidez y hogar.

Pero más allá de la comida y las festividades, el fin del Ramadán es un momento de reflexión y gratitud. Es un recordatorio de la fortaleza del espíritu humano y de la importancia de la comunidad. Y mientras las luces del mercado parpadean en la noche, no se puede evitar sentir una sensación de esperanza y renovación. hay algo en este tiempo que toca el corazón. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay luz al final del túnel.