Desesperación, impotencia y rabia a partes iguales es lo que han vivido los familiares y amigos de Yusef, el joven de 23 años al que en la tarde de ayer jueves se le perdía la pista en la zona del Sarchal cuando buceaba con un amigo.
Una movilización generalizada que les llevaba a 'costear' desde la cárcel de mujeres hasta el morabito de Muley Abbas, llegando a la Potabilizadora, primero con luz del atardecer y ya entrada la noche, con linternas, pero sin encontrar una sola pista de Yusef.
La familia del joven estalló de rabia cuando se personó la Policía Nacional. La madre y la tía del Yusef espetaron a los agentes sus razones, esgrimiendo argumentos basados en la lógica de los sentimientos. "Si hubieran sido fardos de hachís, seguro que saldrías a por ellos" era una de las frases más repetidas junto con "si fuera el hijo de uno de los mandos, habría efectivos para ir a buscarle".
La familia exigía respuestas al por qué se había retirado el dispositivo de rastreo o los motivos por los que se había demorado hasta las siete de la tarde el inicio del rastreo cuando desde las cinco y media (cuando aseguraba la familia que había sido visto por los tripulantes de una embarcación) no se tenían noticias de Yusef.
Una imagen desoladora era la de la mujer de Yusef, rota de dolor y sin atender a razones, las que le indicaban algunos de los presentes, recomendándole que se marchara a casa pero, absolutamente desconsolada, decía "cómo me voy a ir si él está ahí" señalando el mar.
Sobre las tres de la madrugada, el grupo se dividió en dos. Uno permaneció en la zona del Sarchal a la espera de que una lancha de Protección Civil (que estuvo prestando apoyo y consuelo a la familia), una lancha que saliera en busca de Yusef, mientras que otro grupo, encabezado por dos tíos del joven, se desplazó hasta el muelle de la Puntilla para pedir explicaciones a la Guardia Civil.
En el control de acceso, el agente de la Policía Portuaria, empatizando con la situación, no prohibió el acceso a la zona restringida, eso sí, avisando a la Guardia Civil y a otros compañeros. Personados los efectivos de la Benemérita, informaron a la familia que saldrían a la mar a las ocho de la mañana. Solo les quedaba el recurso de la paciencia.
Algunas fuentes consultadas aseguran que la escopeta de Yusef se encontró a la altura de la Potabilizadora, lejos de la zona donde se perdió la pista de Yusef y que la última señal de su dispositivo de localización posicionaba a Yusef a 100 metros de la costa y a 15 metros de profundidad.
Protección Civil ha seguido rastreando la zona, con un operativo de rastreo térmico en costa, buscando a Yusef, que ha contado con la colaboración de Ismael Derdabi Montegordo que les ha acompañado con su barco.
Sobre las cuatro de la madrugada, dos amigos del desaparecido salieron en una embarcación con dos buzos, rastreando la zona, hacia la Potabilizadora, sin resultados.
