Opinión

La ITV, el abuso con patente de corso

Instalada en el Polígono del Tarajal, en terrenos presuntamente cedidos por la Ciudad Autónoma, se encuentra la Inspección Técnica de Vehículos, que fue inaugurada en su día por el alcalde-presidente de la Ciudad, Jesús Fortes, y que su actividad depende de la Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo.

Instalada en el Polígono del Tarajal, en terrenos presuntamente cedidos por la Ciudad Autónoma, se encuentra la Inspección Técnica de Vehículos, que fue inaugurada en su día por el alcalde-presidente de la Ciudad, Jesús Fortes, y que su actividad depende de la Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo.

Esta instalación supone, para los ciudadanos de Ceuta que están obligados a pasar por estos servicios, el que lo puedan hacer sin necesidad de viajar a la península; tal vez, por eso…

Al amargo trance, se le suma lo que se podría considerar para los ciudadanos un atraco en toda regla, a mano armada. A algo más de diez euros por minuto se cuenta el paso obligado por la ITV de Ceuta, con patente de corso. Además tiene establecido unos precios que superan al de otros puntos de nuestro territorio. No dejo de pensar que la visita a dichas instalaciones puede salir más cara que la consulta a un médico especialista de renombre.

Nuestro actual Gobierno legisló para ellos, aumentó su ventaja. Modificaciones que suponen para un vehículo un 10%, dejaban de ser una modificación parcial, convirtiéndolas en revisión general, o total, cuyo coste para el ciudadano vuelve a ser el 100%. ¡Ah, y el pago por adelantado!

El ciudadano de Ceuta está obligado a pagar en uno de los puntos más caros de España, sin ningún tipo de competencia y en régimen de monopolio. El que menos posibilidades de cambiar de vehículo deberá pasar por taquilla, cuando le toque, con unas condiciones que muchos no dudan en calificar de abusivas. Sin olvidar que todos los vehículos que circulen por las carreteras españolas están obligados a estar en perfectas condiciones. No se debería permitir que esta obligación se convierta en una coartada, una oportunidad que casa a la perfección con un afán recaudatorio, sólo de hacer negocio y que perjudica al ciudadano que, por lo general, menos medios económicos tiene.

Alguien, algún responsable debería intervenir en un asunto donde para tener tiene hasta una leyenda negra llamada 20 euros, que huele a trampa. Alguien se debería de preocupar por conocer a fondo todas las circunstancias que rodean una obligación ciudadana, con mucho de obligación.