Opinión

¿Qué está pasando en el puerto?

Ya no son una, ni dos, ni tres. Son ya muchos los casos de robo, inmigración descontrolada, vertidos nada controlados, accidentes, etc. Algo realmente está pasando y no estamos trabajando en ello. Basta con darse una vuelta por las redes sociales y ver cómo trabajadores y empresarios del puerto denuncian este abandono. Y lo peor de todo es la desesperación que provoca ver que no se pone solución.

Ya no son una, ni dos, ni tres. Son ya muchos los casos de robo, inmigración descontrolada, vertidos nada controlados, accidentes, etc. Algo realmente está pasando y no estamos trabajando en ello. Basta con darse una vuelta por las redes sociales y ver cómo trabajadores y empresarios del puerto denuncian este abandono. Y lo peor de todo es la desesperación que provoca ver que no se pone solución.

Hemos podido comprobar cómo en los últimos años parecía florecer esa avenida que en antaño fue comercial y que, de nuevo, va desapareciendo a pesar de las millonarias inversiones depositadas por empresarios ceutíes y foráneos. Hemos pasado de la milla de oro al Bronx de Dato. Cansados se sienten los cuerpos de seguridad del puerto al ver cómo un día y otro intenta velar por la seguridad de las instalaciones y ven cómo al día siguiente vuelven los mismos maleantes. Quizás para los mandamases sea la solución, quizás sea preferible tenerlos en el puerto y no en el centro de la ciudad.

Accesos portuarios, que en un principio son restringidos, están llenos de inmigrantes. Lugares como los conductos de combustible llenos de personas que aguardan una oportunidad de escape hacia la Península. Camioneros que se tienen que bajar una y otra vez de sus vehículos para ver si esta vez se ha colado alguien. Pero no hay solución.

Que se enfade quien quiera pero eso no es justo. El  empresario ya está cansado, el portuario más y los vecinos ya no saben cómo tender su ropa porque se temen que alguien vendrá y se la robará. Seguimos con los mismos problemas y en aumento. Ya no son las paraguayas ni los taxistas piratas. Ya hay más. Somos testigos de derrames incontrolados que terminan en el mar, somos testigos de un descontento de la comunidad portuaria, testigos de competencia desleal entre empresas que guardan vinculaciones familiares con altos cargos portuarios... Alguien tendrá que solucionar esta imagen, alguien tiene que trabajar por el puerto de Ceuta. En definitiva, alguien debe dar ese paso. Aquí todos sabemos de puerto y los demás no saben nada. Prefiero no saber a dejar que pase todo lo que está pasando. No podemos permitir que nuestros ciudadanos no puedan pasear por el puerto para hacer compras o, simplemente, para practicar deporte porque no ven una seguridad real. Que no nos engañen con cruceros. Si no somos capaces de cuidar a los nuestros cómo vamos a ser capaces de cuidar a los demás. Seamos serios y honestos.

No quiero escribir más. Sólo decir que el otro día recibí una llamada y  me preguntaban: ¿qué está pasando en el puerto de Ceuta?