Opinión

Qué no son Ceuta, Melilla y los demás territorios españoles en el norte de África

«Entre el abanico de términos que utiliza de forma intencionadamente incorrecta para referirse a los cinco territorios españoles en el norte de África están los de colonias, enclaves, presidios y ciudades ocupadas

El reino de Marruecos juega con los términos a su antojo, desvirtuando los mismos para apoyar sus inaceptables reivindicaciones sobre la base de lo que, desde su independencia en 1956, percibe como un supuesto déficit territorial que a modo de hándicap le afectaría desde entonces. Ello ha dificultado históricamente su vecindad no solo con España, único país europeo afectado por su avidez de territorios de sus vecinos, sino también con Argelia, Mauritania o Mali.

Entre el abanico de términos que utiliza de forma intencionadamente incorrecta para referirse a los cinco territorios españoles en el norte de África (de este a oeste: el archipiélago de las Chafarinas, Melilla, los peñones de Alhucemas y de Vélez de la Gomera y Ceuta), están los de colonias, enclaves, presidios y ciudades ocupadas.

Ninguno de los cinco aparece en el listado de territorios no autónomos, en la nomenclatura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aquellos que, como Gibraltar, el Sáhara Occidental o las Malvinas, entre otros, están pendientes de su definición definitiva en términos de Derecho Internacional, dada su categoría de colonias. El listado puede ser consultado visitando la página de la IV Comisión de la Asamblea General de la ONU. A Marruecos le gustaría que estuvieran, pero ni están ni se les espera y por ello manipula a los suyos y a aquellos de entre los demás que se dejan cuando los califica de tales.

Tampoco son enclaves, término para algunos inocuo, pero que no lo es y sí sirve para alimentar la confusión, que es lo que a Marruecos le interesa. Ninguno está enclavado y por tanto rodeado de territorio de otro Estado. Todos se asoman felizmente al Mediterráneo o están rodeados por él, lo cual les permite un enlace directo con la Península.

Si llamarlos colonias o enclaves permite, en términos ya no solo jurídicos sino también estéticos, transmitir una imagen no solo equívoca, sino también perniciosa, más aún lo hace el de calificarlos de presidios. Se inspira para ello la manipuladora propaganda marroquí en el hecho de que otrora hubo prisiones, sobre todo en las dos Ciudades Autónomas, tratando de transmitir una imagen de territorios mancillados por su pasado.

Y como colofón, al menos de momento, una referencia a otro término que también debe de ser desmontado: el de ciudades ocupadas. Referido sobre todo a las Ciudades Autónomas, Marruecos lo hace extensivo a los Peñones y a las Chafarinas. De nuevo Marruecos utiliza el engaño: siglos de pertenencia a España de estos territorios, desde mucho antes de que Marruecos naciera a la independencia como Estado moderno, refuerzan el carácter de territorios españoles, y su ubicación geográfica en nada sirve para cuestionar tal realidad. Si las Islas del Canal (Jersey y las demás) son británicas y no francesas, y nadie lo discute, también los territorios españoles, los cinco, son eso y no otra cosa. Decir lo contrario es engañoso e inaceptable por inamistoso. No se puede construir una buena vecindad cuando una de las partes utiliza tales artes, y caer en el juego de Marruecos debe de ser cuidadosamente evitado en particular por nuestros gobernantes, pero también por todos y cada uno de los ciudadanos.

Desde el Observatorio de Ceuta y Melilla hemos creado esta infografía para aclarar cómo NO debemos referirnos a Ceuta, Melilla y demás territorios españoles en el Norte de África. ¿Nos ayudas a compartilo?

 

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