Opinión

Hay que saber dónde buscar

Durante la reunión pacífica de la pasada semana en la Plaza de los Reyes era habitual escuchar en los corrillos de gente que se echaba de menos la presencia de medios de comunicación nacional que contaran lo que está sucediendo en materia de seguridad en la ciudad. Es curioso escuchar estas afirmaciones ya que cuando en los medios nacionales sale algo “malo” de Ceuta esa misma gente se lleva las manos a la cabeza afirmando que “sólo sacan cosas malas de la ciudad”.

Durante la reunión pacífica de la pasada semana era habitual escuchar en los corrillos que se echaba de menos la presencia de medios de comunicación nacional que contaran lo que está sucediendo en materia de seguridad en la ciudad. Es curioso escuchar estas afirmaciones ya que cuando en los medios nacionales sale algo “malo” de Ceuta esa misma gente se lleva las manos a la cabeza afirmando que “sólo sacan cosas malas de la ciudad”. En este punto quiero romper una lanza por mis compañeros. Como en todo hay que saber dónde buscar.

Si analizamos los informativos con lápiz y papel veremos que el 80% de las noticias son malas, tristes, dramáticas o escandalosas. Por tanto, tiene que pasar algo muy, muy bueno en Ceuta para que un informativo a nivel nacional se haga eco, como también debe ser muy, muy malo para que tenga cabida en la escaleta. Pero como decía, todo depende de dónde se busque.

Estando de vacaciones en la península vi en un canal autonómico más arriba de Despeñaperros un precioso reportaje sobre los fondos marinos de Ceuta. En un canal de cocina de una plataforma digital pude disfrutar de un bonito reportaje sobre los salazones de nuestra ciudad. Con esto quiero decir que hay que saber dónde buscar. Cada medio tiene una línea, unos intereses y un público al que va dirigido. Por tanto, no solo sale lo malo de Ceuta en la tele y si no ¿qué saben ustedes de Alcácer aparte del crimen que le hizo tristemente famoso? ¿O de Puerto Hurraco que no sea la masacre que costó la vida a una decena de personas? Al final cargamos las culpas contra los medios de comunicación cuando el ciudadano bien podría informarse, buscar, leer y conocer.